Cuando el sexo se convierte en una adicción: lo que opinan los expertos sobre la hipersexualidad

La conducta sexual compulsiva, a veces, recibe el nombre de «hipersexualidad», «trastorno de hipersexualidad» o «adicción sexual». Charlamos con dos expertos en sexología clínica para comprender a qué nos referimos cuando hablamos de hipersexualidad.
«El término ‘hipersexualidad’ es poco conocido y en nuestra sociedad suele verse como algo positivo. Se relaciona con personas que disfrutan con pasión sobre el sexo porque normalmente suelen ser experiencias sexuales agradables, pero no es así», advierte Marisol Gómez, especializada en psicología clínica y sexología.
«Cuando hablamos de hipersexualidad nos referimos a un impulso incontrolable de fantasías o conductas sexuales que provoca angustia en quien lo sufre y genera un malestar significativo en todos los ámbitos de la vida», añade la experta. «Se trata como un trastorno aunque esta palabra a los pacientes no les gusta en absoluto. Sin embargo, es primordial hacer entender al enfermo que lo es para poder empezar a poner fin a su adicción», nos explica.
Una persona hipersexual puede no tener sexo con su pareja, pero llevar una rutina sexual frenética en paralelo, asegura Marisol Gómez. En definitiva, existe una disociación entre lo emocional y lo físico. Cómo identificar esta conducta
¿Cómo detectar donde está el límite entre el simple apetito sexual y la obsesión? «Cuando estas conductas se convierten en algo imprescindible, compulsivo, y sólo importa saciar el deseo del sexo por encima de todo. En ese momento, el individuo no ve más allá y empieza a destruir sus hábitos de vida, sus relaciones, etc. La otra persona se convierte en un mero objeto», sentencia Joaquín González, especialista en sexualidad y salud mental.
Además, estos impulsos irracionales tampoco permiten disfrutar del sexo en plenitud ya que la liberación, según explica González, es momentánea.