Aumenta el hambre en México

En la historia de México nunca se había tenido una crisis de hambre como la que se empieza a tener a partir de ahora, ni tan siquiera durante la revolución mexicana.
En este momento el 55% de los mexicanos no tiene suficientes ingresos para poder adquirir la llamada canasta alimentaria según cifras oficiales del Coneval, esta situación se está agravando debido a la crisis económica-laboral por la que ya está cruzando nuestro país.
Son millones de seres humanos, mexicanos, que van a conocer por primera vez el hambre de una manera total y sin solución.
El pueblo de México nunca imaginó que con el nuevo gobierno la población tendría esta crisis alimentaria que nunca había sufrido nuestro país la miseria, es obra de los que llegaron al poder con la careta de redentores de los pobres. Sustentados en frases como primero los pobres y ayudar a las clases más vulnerables
Hubo muchos que votaron por ellos con la legítima esperanza de mejorar su situación, hoy pagan con hambre haber caído en el engaño de estos ambiciosos e ineptos.
Frente al cierre temporal de actividades y caída del consumo por el Covid, el gobierno rehusó apoyar a un millón 700 mil empresas, acabaron con medio millón de empresas y cientos de miles más se debaten entre la vida y el cierre.
Por esta razón doce millones de personas dejaron de percibir ingresos porque no tienen en donde trabajar. Llegaron al poder los que iban a mejorar al pueblo porque pondrían, por encima de todo, primero a los pobres, y la pobreza alimentaria se incrementó de 35.7 al 54.9 por ciento de la población.
En unos cuantos meses, casi el 20 por ciento de los mexicanos se incorporó al grupo de población que no puede acceder a una dieta mínima. En concreto el hambre se incrementó de una forma terrible, le pegó a los niños y a los ancianos. Causó la desesperación de los adultos que tienen la obligación de llevar los alimentos a la mesa.
Cincuenta y cinco por ciento de los mexicanos no puede comprar, con sus ingresos, una canasta alimentaria al mes. Ahora ganan menos de mil 649 pesos mensuales. Es terrible decirlo pero hay familias completas que no pueden comer todos los días y mucho menos la llamada canasta alimentaria.
Estamos viendo lo que nunca habíamos visto en México: 55 por ciento de mexicanos no tiene ingresos para comer lo básico. Estamos hablando de millones de seres humanos de todas las edades y que no tienen ninguna culpa de lo que está sucediendo con la economía de México.
Pero a Pemex el gobierno federal le ha metido dinero a raudales, más allá de lo presupuestado.
¿Resultados? Ayer se dio a conocer que Pemex ha perdido en el primer semestre de este año la cantidad de 606 mil 587 millones de pesos. Mientras hay millones de mexicanos que llevan dos o tres días comiéndose acaso una o dos tortillas al día solamente. Pemex registra siete trimestres seguidos con pérdidas.
Hacia allá se va el dinero que se recauda y se recorta a otras dependencias. Por la obsesión del Presidente de la República por el estatismo energético de México.
Por otra parte cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México le costó al país cinco mil 652 millones de dólares. Aún no se pagan cuatro mil 200 millones de dólares a extranjeros tenedores de bonos de largo plazo.
En este rubro no se incluye lo que se va a gastar en Santa Lucía, y que ya se había gastado en Texcoco.
Mientras millones de jóvenes, hombres y mujeres cancelan sus ilusiones de estudiar o de integrar una familia propia en una pequeña casa de su propiedad.
La refinería de Dos Bocas, en Tabasco, nos va a costar ocho mil millones de dólares, según las cuentas alegres de la Secretaría de Energía.
Va a costar cuando menos doce mil millones de dólares, según todos los expertos que han opinado sobre el tema. Y es financieramente inviable. Vamos a perder dinero una vez que empiece a funcionar.
El Tren Maya nos va a costar seis mil 43 millones de dólares y no lo quiere nadie. Ninguna empresa quiso la concesión. Ni regalada. Un fracaso más que anunciado.
Mientras tanto más de 50 millones de mexicanos se debaten en la enfermedad, el hambre más atroz y la miseria más terrible como nunca lo habíamos imaginado que sucedería en México.
Pero cuidado, Con el hambre muy pronto vendrá la violencia y la anulación del Estado de derecho.