El conflicto entre la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no cesa. El nuevo foco se encuentra en la gestión de la crisis sanitaria en la Primera Iberdrola, cuyo inicio está previsto para el 5 de septiembre. Con la posibilidad de que la competición se retrase hasta enero por la pandemia, al igual que el resto de las Ligas no profesionales (Reto Iberdrola, Segunda B y Tercera División, ambas masculinas, y fútbol sala, masculino y femenino), el ente federativo se reunirá mañana con las territoriales para abordar este asunto.
Sin embargo, a día de hoy no ha comunicado ni consultado nada a la ACFF, a la que pertenecen 14 de los 18 clubes participantes en la Primera Iberdrola (todos menos Atlético, Real Madrid, Barça y Athletic).
Desde los clubes han decidido tomar parte en el asunto y denunciarán ante el Consejo Superior de Deportes (CSD), junto con ProLiga y la LNFS, la falta de comunicación de la Federación en la toma de decisiones durante esta crisis.
Sin protocolos sanitarios aún definidos y con una Liga en el aire, la ACFF pedirá una reunión urgente con Irene Lozano para intentar buscar una solución a esta situación de incertidumbre. Y no quedaría sólo ahí. La patronal está dispuesta a llegar hasta al propio ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, para abordar este asunto.
Los clubes rechazan que la RFEF tome una decisión sobre el futuro de la competición sin consultarles sobre los efectos que podría conllevar para cada uno de ellos, poniendo incluso en peligro su supervivencia y viabilidad económica.
La guerra entre los clubes y la RFEF no queda ahí. Desde la ACFF también han alzado la voz contra la nueva regulación de los derechos de televisión.