Santa María Gorett, amó tanto a Dios que prefirió morir que ser violada por un joven de 19 años de edad que se sabe era vicioso, grosero y era hijo de la familia Serenelli con la que su padre había pactado compartir cocina, se llamaba Alessandro, quien desde un principio quiso seducirla, pero la niña santa lo rechazó en todas las ocasiones y al ver que ya no podía hacer nada y tras escuchar que ella prefería morir antes de ofender a Dios, desgarró su vestido y la apuñaló, pues se resistió a la violación.
Aunque Santa María Gorett, no perdió la vida en el momento del incidente, luego de recibir la extramaunción, falleció el 6 de julio, y tenía un corazón tan noble que poco antes de morir perdonó a su agresor, Alessandro.
Ante dicha situación, Alessandro pagó con 30 años de trabajos forzados en Noto, una prisión que lo hizo reflexionar sobre sus actos, hasta que aceptó la culpa y pidió perdón por haber cometido el asesinado de Santa María Gorett.
Posteriormente, se sabe que Santa María Gorett se le hizo presenten en sueños a Alessandro y gracias al apoyo de Giovanni Blandini, obispo en aquel tiempo, logró convertirse a la religión católica y arrepentirse por completo de sus actos malvados.
