La Policía de Portland dispersó con violencia a manifestantes que pretendían establecer una zona autónoma en esta urbe de EE.UU., a 30 días de la muerte de Floyd.
Una marcha pacífica celebrada la tarde del jueves en Portland, situada en el estado occidental de Oregón, para recordar los treinta días de la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente de policía blanco en la ciudad de Minéapolis se tornó violenta, cuando un grupo de manifestantes intentó establecer una zona autónoma mientras saqueaba las tiendas alrededor de una comisaría de policía para usar los artículos sustraídos en la construcción de barricadas, convirtiendo el lugar en una “zona de guerra”, conforme informan este viernes los medios locales.
Los reportes apuntan a que en medio del tumulto, los manifestantes trataron de prender fuego a la citada comisaría de policía, lanzado proyectiles y botellas de vidrio, una vez que se vieron incapaces de hacerse con el control del recinto, fuertemente custodiado por los agentes.
Mientras algunos bloqueaban el tráfico, otros usaban contenedores de basura para obstaculizar la salida de los agentes del interior del edificio. Los policías tuvieron que disparar gases lacrimógenos y pimienta contra los alborotadores a fin de dispersarles y evitar el establecimiento de la zona autónoma, una iniciativa similar ocurrió en Seattle, pero allí los descontentos lograron su objetivo.
