El confinamiento por la crisis del coronavirus hizo que muchas parejas aumentaran la frecuencia de sus relaciones sexuales, tanto por tener más tiempo en casa como para reducir la ansiedad por el encierro sanitario.
Ahora que la nueva normalidad ha llegado a nuestras vidas, cabe preguntarse qué panorama se le presenta al sexo en un mundo donde va a prevalecer la distancia social y en el que las medidas higiénicas son tan necesarias como «enemigas» de todo acto que suponga un intercambio humano de fluidos corporales.
Los escenarios que se plantean son muy diversos y varían por países. Así, por ejemplo, mientras en Reino Unido el gobierno de Boris Johnson encrespó los ánimos del personal al prohibir las relaciones sexuales entre personas que no vivan en la misma casa, en Suecia apuestan por el cibersexo para evitar nuevos contagios de covid-19.
La institución responsable de la educación sexual de este país nórdico (Riksförbundet för sexuell upplysning, RFSU) aboga por las relaciones sexuales online a través de llamadas o videollamadas para el sexo con desconocidos e insta a huir de los besos con personas que no formen parte de tu círculo más íntimo. Sexo con mascarilla y masturbación antes que coito
Desde Estados Unidos llegó la recomendación de la siempre prestigiosa universidad de Harvard de practicar sexo con mascarilla, sobre todo si no es con tu pareja habitual.
El estudio, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, concluye que el sexo con desconocidos «comporta riesgo de transmisión» del covid-19, por lo que anima a recurrir a la masturbación mutua en lugar del coito.
Y, por supuesto, después de la masturbación a la pareja hay que lavarse las manos.
De sexo oral con extraños, ni hablar, claro está. El pasado mes de mayo un estudio realizado en China detectó la presencia del coronavirus en el semen de algunos pacientes.
Eso abriría la puerta a que el sexo «a pelo» o las felaciones fueran una posible vía de transmisión del covid-19, aunque otras investigaciones lo descartaban.
Si las medidas profilácticas a la hora de tener sexo ya eran antes imprescindibles para no contraer enfermedades venéreas y para evitar embarazos no deseados, ahora podrían serlo también para no infectarnos del temido coronavirus.