En el monumento emblemático del neolítico Stonehenge, ubicado en las islas británicas, los arqueólogos acaban de descubrir un nuevo anillo de ejes prehistóricos, construido hace más de 4.500 años, te informamos al respecto.
El hallazgo se ha producido en los alrededores del asentamiento del neolítico conocido como los Muros de Durrington. Los expertos consideran que los más de 20 ejes o pozos (de 10 metros de diámetro y cinco de profundidad) podrían haber servido de «frontera» simbólica entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, marcando la entrada al territorio sagrado.
La gran noticia se ha hecho pública dos días después del solsticio de verano, que este año no ha podido convocar a los druidas y a los artista que todos los años por estas fechas sienten las vibraciones telúricas de este lugar único en el mundo, Stonehenge es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 y visitado todos los años por millón y medio de curiosos.
Los arqueólogos han vuelto a la labor con sus equipos de prospecciones geofísicas, radares de penetración de tierra (GPR) y los instrumentos de magnetometría que están sirviendo para desenterrar los fascinantes secretos acumulados durante milenios bajo el verde radiante de los llanos de Salisbury.
Las prácticas claramente sofisticadas que están saliendo a la luz demuestran que la gente del neolítico estaba alineada con los eventos naturales, hasta un extremo que es difícilmente concebible en el mundo moderno.
Además de lugar de enterramiento (hasta 300 restos humanos previamente cremados se han encontrado en el círculo sagrado y sus alrededores), se supone que los megalitos de Stonehenge cumplieron una función de observatorio astronómico para predecir las estaciones. El viaje a lo largo de 250 kilómetros de los 32 bloques de arenisca desde Preseli, al suroeste de Gales, sigue siendo uno de los grandes misterios para los arqueólogos, que especulan con que las piedras fueran trasladadas usando bolas de madera o troncos.
De momento se han descubierto 20 ejes, aunque se estima que podía haber en total 30, trazando un círculo de hasta dos kilómetros de diámetro. La cercanía de carreteras y granjas, un obstáculo al que permanentemente se han enfrentado los arqueólogos (y que tanto sorprende a los visitantes), ha impedido de momento cerrar el círculo y completar la investigación.