El Museo de Historia Natural de Nueva York ha decidido retirar una polémica estatua de Theodore Roosevelt, presidente de Estados Unidos entre 1901 y 1909, situada a la entrada del edificio desde 1940 y criticada por glorificar el racismo y el colonialismo, en medio del movimiento social que ha llevado al derribo de varias efigies por el país.
“Sencillamente, ha llegado el momento de moverla», dijo en una entrevista con el New York Times la presidenta de la institución cultural, Ellen Futter.
«En las últimas semanas, la comunidad de nuestro museo se ha visto profundamente conmovida por el cada vez mayor movimiento por la justicia racial que ha emergido del asesinato de George Floyd», agregó Futter, que afirma que han estado observando cómo el mundo y EE.UU. se han estado fijando cada vez más en las estatuas como «símbolos poderosos y dolorosos de un racismo sistemático».
La efigie representa a Theodore Roosevelt montado a caballo y, a cada lado, una persona afroamericana y otra nativa americana a pie.
El museo, de propiedad privada pero que ocupa un espacio público, ha solicitado a la ciudad de Nueva York su retirada, que le han concedido.
Futter ha querido subrayar que la decisión de mover la estatua está basada en su «composición jerárquica», y no por la figura de Roosevelt como tal, a quien el museo sigue honrando como un «pionero en la conservación».
La decisión del Museo de Historia Natural de Nueva York se produce en medio de un acalorado debate nacional en torno a estatuas o monumentos, inicialmente centrado en símbolos confederados como Robert E. Lee, uno de los comandantes de ese bando durante la Guerra de Secesión estadounidense, y que luego se ha extendido a otras polémicas figuras como Cristóbal Colón o Winston Churchill.
La semana pasada un grupo de personas le prendió fuego a una estatua de George Washington en Portland (Oregon) antes de derribarla, mientras que la ciudad de San Francisco ya ha retirado dos efigies de Colón esta semana ante las protestas ciudadanas.