Desde siempre, el sexo se ha presentado como un placer que debe sentirse cada vez que se practica. No obstante, la realidad es que en muchas ocasiones, aunque se mantenga una relación sexual, no nos sentimos plenamente satisfechos. ¿Qué es lo que falla?
Quizás algunos complejos, el nerviosismo o el estrés de la vida diaria nos impiden entregarnos y disfrutar. Porque, en efecto, el estrés es el factor principal que puede provocar que no se disfrute del sexo plenamente.
No obstante, aunque relacionadas con el estrés, las causas pueden ser muchas más. Veamos, a continuación, algunas de ellas:
Ansiedad por agradar a la pareja Quizás sientes presión por satisfacer a tu pareja, de modo que te estresas y no eres capaz de relajarte. Olvidas que tu excitación y placer son tan importantes como los de la otra persona y que merecen la misma dedicación.
Por otra parte, puede que desees hacer algo en la cama pero no te atreves a expresárselo a tu pareja. Ya sea por miedo a qué pensará si le descubres tu fantasía o a que la rechace, el caso es que no satisfaces tu deseo. En consecuencia, guardas en tu interior un factor de estrés durante la relación. Sea cual sea el caso, para poder disfrutar del sexo plenamente primero hay que relajarse. Por eso, es mejor dejar atrás tabúes, evitar el estrés y la presión y darse por completo al placer de ambos. Además, no olvides la importancia de compartir tus pensamientos y deseos con tu pareja. De otro modo, ¿cómo váis a disfrutar del sexo plenamente si no conversáis sobre lo que más os excita y satisface?
Complejos que impiden disfrutar el sexo plenamente
Quizás algunos detalles de tu cuerpo no te agradan y durante la relación sientes los complejos. Intentas evitar que te toquen aquí o allá o que se muestren determinadas partes de tu cuerpo. Por supuesto, con la luz encendida todo es más complicado.
¿Cómo dejarse llevar por el placer si no nos relajamos? Por eso, lo mejor es dejar atrás cualquier complejo y evitar el estrés o ansiedad que puedan afectarnos. De este modo, no conseguiremos disfrutar plenamente del sexo. Recuerda que siempre se disfruta más con una pareja desinhibida y sin complejos.