La organización Southern Poverty Law Center (SPLC) denunció este sábado la muerte de un detenido en una correccional de Lakeland, en el centro de Florida (EEUU), tras “violentas” agresiones por parte de dos oficiales de prisiones y pidió “Un hombre está muerto, aparentemente debido a las lesiones que los agentes de la correccional le infligieron durante un incidente de uso de la fuerza”, denunció Shalini Goel Agarwal, abogada del SPLC.
“Esto requiere una investigación pública exhaustiva”, agregó.
El grupo de derechos civiles denunció que el reo de la Institución Correccional del Condado de Lake, cerca de Orlando, murió este viernes tras ser herido el jueves. La organización instó al Departamento de Correccionales de Florida (FDC) divulgar los nombres de la víctima y de los dos oficiales que agredieron al preso, los cuales fueron puestos en licencia administrativa.
“Con demasiada frecuencia, la sociedad hace la vista gorda ante la cultura de brutalidad que existe en nuestras instalaciones correccionales”, se lamentó Agarwal.
La abogada señaló que la FDC ha tolerado “una cultura de abuso” por parte de los guardias de la prisión durante demasiado tiempo.
Recordó el caso de Otis Miller, quien el año pasado fue golpeado “brutalmente” por guardias de la prisión, al igual que el de Cheryl Weimar, quien quedó cuadripléjica tras una golpiza por parte de oficiales de la Institución Correccional de Lowell, en el norte de Florida.
“La atención nacional se ha centrado en la violencia sistemática patrocinada por el Estado perpetrada por agentes de policía”, indicó la abogada al hacer referencia a las protestas nacionales que desencadenó en mayo pasado la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en Minesota.
“Los oficiales correccionales son la policía de la prisión”, recordó.
Subrayó que las denuncias para la transformación del sistema legal penal, con “raíces supremacistas blancas”, llevan muchos años sobre la mesa.
Agarwal urgió abordar la “trágica muerte” del viernes y emprender reformas fundamentales al sistema penitenciario, “que los líderes de Florida se han negado a emprender”.