3,505 razones o encuestas

Abogado por la UASLP, con maestría en Gobierno y Políticas Pública por la Universidad Panamericana y con especialidad en gobierno de Instituciones y Organismos Internacionales por el Centro Villanueva de Madrid España. Es consultor en el sector privado  y de gobierno. Maratonista

Dentro de 1 año más de 95 millones de mexicanos votarán para decidir bajo el principio de representatividad 15 gubernaturas, así como 300 diputados federales; además en 30 estados se renovarán congresos locales y alcaldías, es decir, se definirán alrededor de 3,505 cargos de elección popular, esto sin contar suplentes y planillas de los ayuntamientos. Esta será la elección más grande en la historia moderna del país: una elección de contrastes, en la que todas las encuestas presentan a un partido gobernante puntero y sin que nadie pueda oponerse a ese resultado.
Los partidos están olvidando que para poder cambiar las encuestas es necesario hacerlo caminando, escuchando, proponiendo, pero sobre todo llevando el valor del ejemplo y de una causa con arraigo, solamente así se cambia el sentido de las encuestas y se deja de ser un simple espectador para volverse un protagonista.
El político o gobernante debe leer la encuesta para tener un pulso de lo que su gobierno en un momento especifico, en un lugar y tema concreto representa, para darle la debida magnitud de importancia a cada una de ellas. El valor de cada una estas piezas de medición radica en lo que detona, ya que puede estancarnos, generar inercias, detonar un cambio diametral de rumbo que resulte en un contraste en el mensaje, o bien un cambio de actitud en el cual el político o gobernante haga un nuevo planteamiento y comprenda que una encuesta es leer detenidamente el mensaje de los ciudadanos: Si no te gusta el resultado de la encuesta sal a cambiarla.
Es en ese momento de inflexión cuando el gobernante decide cambiar o no hacerlo, decide ser otro administrador más o ser un líder que comprenda que su función no se limita a exclusivamente a las acciones ejecutivas, sino que además conlleva la responsabilidad de ser un articulador social. La incomprensión de los gobernantes mismos como articuladores sociales es la gran crisis en la que se encuentran la gran mayoría de gobiernos en el país, y esto se traduce en la realidad de los escasos contrapesos al Presidente.
Articular socialmente y socializar las acciones inefablemente conlleva escuchar, caminar las calles de sus ciudades y estados, conlleva comprender que las decisiones de gabinete son realidades que trascienden en los ciudadanos más allá y que no se pueden ver reducidas a solo firmas o números, o la búsqueda de un balance estadístico y de indicadores que nos digan que vamos bien. Pareciera que estos indicadores nos separan más de la realidad por su frialdad al mostrarnos la eficiencia al gobernar, pero no olvidemos que gobernar es el resultado de las decisiones de funcionarios aunado a la condición humana, en donde cada acción cuenta y en donde la gran mayoría de veces eso se olvida.
Cuando un partido pierde un gobierno acaso no se pregunta ¿qué dejaron de hacer?, o ¿qué falto por hacer?, Asumir que la jornada electoral se reduce a un domingo en el calendario es negar la realidad de que el ejercicio debe entenderse y realizarse desde la óptica en la cual son 3 las elecciones que convergen en un día. La primera de ellas es la campaña política que se gana con mensajes, construcción de un personaje en el ideario popular, marketing, contrastes y mucha creatividad; la segunda es la electoral, que se gana con una estrategia tierra, disciplina y mucha organización dentro y fuera de la estructura; la tercera, y tal vez la más importante, radica en saber si la campaña que hicieron durante todo el tiempo que gobernaron fue buena, si supieron cumplirle a los ciudadanos, si el balance de afrontar y gestionar las crisis fue positivo y si supieron comunicar congruencia la mayor parte del tiempo, ¿difícil no?
Así que lejos del estigma material, una encuesta debe abordarse como una pieza de reflexión para quienes comprenden su valor y entienden lo que deben de hacer, el próximo año en donde 3,505 razones se traducirán la voluntad de los mexicanos en espacios de poder, de equilibrios y de decisiones.
Saber interpretar esas 3,505 razones es el reto de todos los partidos, sus gobernantes y lideres, conllevaran decisiones que demostraran lo lejanos o cercanos que están de los mexicanos, sino que además les darán un panorama de si su mensaje y organización fuerón correctas, y adicionalmente si supieron enfrentar y gestionar la pandemia, ¿en donde estuvieron y que hicieron?
La encuesta no es culpable del destino político de un partido o gobernante, lo son sus acciones y su congruencia.