Políticos chapulines

a sociedad del México sigue cargando con esta auténtica plaga de “políticos chapulines” que ahora no solamente brincan de un cargo a otro, sino de un partido político a otro sin el menor recato y con una gran desvergüenza y cinismo.
En todo el país existe esta costumbre de brincar de un cargo a otro, inclusive aún sin terminar su período como es el caso de los senadores de la República electos por seis años. Descaradamente avientan el cargo bajo el pretexto de solicitar licencia por motivos personales o por causas de fuerza mayor.
No importa que no hayan cumplido con el encargo legislativo simplemente cobraron sus llamadas “dietas” y le avientan el cargo a su suplente con el que negociaron que a mitad del período le iban a dejar el cargo para que se proyectará políticamente también y desde luego, ganara excelentes recursos.
Se dan muchos casos en el país en el que el legislador o funcionario de elección popular que solicita licencia y tiene suplente le exige una parte de lo que va ganar durante el período que estará en su lugar.
Estos legisladores principalmente senadores son unos auténticos chapulines porque si no logran ubicarse en un nuevo cargo reingresan al que tenían con el mayor descaro y como si nada hubiera pasado.
En San Luis Potosí tenemos varias historias de ellas y podría mencionar solamente una que es la de Juan Ramiro Robledo Ruiz, que siendo senador de la República le dejó el cargo a Manuel López Ávila, para irse como subsecretario de gobernación y al acabar este encargo regresó a su puesto como senador.
Las elecciones para el próximo proceso electoral serán exactamente dentro de un año: el 6 de junio de 2021 y en este momento los políticos chapulines ya se agitan desde sus madrigueras para preparar el brinco a otro cargo de elección popular ya sea para apoyar a sus patrones a un nuevo cargo o para tratar de catapultarse a otra cosa que consideran más importante.
Pero si en San Luis Potosí le ponemos nombre y apellido podremos mencionar a Primo Doté Mata Senador por el partido Morena, quien ya prepara el salto para buscar la candidatura al gobierno del Estado, para lo cual tendrá que solicitar licencia y si no logra la candidatura y si logra la candidatura pero no es electo, regresará con la “cola entre las patas” al Senado de la República.
Pero también tenemos otro caso concreto que es el de la senadora Leonor Noyola Cervantes que obtuvo el escaño en el Senado representando al PRD y que por órdenes de su dueño o patrón se cambió en el mes de noviembre de 2019, así nada más, al partido verde. Y ahora forma parte de la bancada del PVEM.
Leonor Noyola pretende ser candidata a la presidencia municipal de Soledad de Graciano Sánchez, para seguir protegiendo a la familia Gallardo Cardona en todos los manejos que esta familia está realizando desde 2012 en ese municipio.
Pero Leonor tiene enfrente a aspirantes a la misma candidatura muy fuertes y con gran prestigio, que muy posiblemente no le permitirán obtener la presidencia municipal. Y tendrá que regresar al Senado de la República como lo hacen todos los que fracasan: como perro apaleado “con la cola entre las patas”.
Así pues, empieza la temporada de chapulines políticos o políticos chapulines en la República mexicana.