Un salto al vacío

El País, a grandes pasos avanza hacia el precipicio

México a grandes pasos avanza hacia el precipicio y estamos a punto de dar un salto al vacío en nuestra forma de gobierno; con la justificación: “porque el pueblo lo pide” “y el pueblo es sabio”.
Nuestra decadencia moral y pérdida de valor cívico ha quedado demostrada: sin que ningún grupo proteste, incluyendo a los masones, se acepta al mandatario anunciar que los delitos no son la única causa para iniciar proceso judicial contra un ciudadano, sino la aclamación popular.
No hay un levantamiento de intelectuales y humanistas en contra de esa barbaridad.
En materia presupuestal, López Obrador quiere plenos poderes para hacer y deshacer con el gasto público según lo considere su peculiar sabiduría. De aprobarse, queda prácticamente anulado el Poder Legislativo.
El comunista, el socialista que eligió un Palacio como lugar de residencia, nos dice que se enjuiciaría a Felipe Calderón, pero “tendría que ser a partir de una consulta ciudadana”. Es decir, adiós al Poder Judicial y a la ‘fiscalía autónoma’. La asamblea popular manda. ¡Increíble!
La consulta popular, inaugurada en este sexenio para destruir obras indispensables e inversiones productivas, ahora se va a usar como herramienta de terror.
No estoy defendiendo Felipe Calderón sino, estoy defendiendo la forma de impartición de justicia en México como lo indica la constitución política de los Estados Unidos mexicanos.
Además, por qué van a juzgar a Felipe Calderón.
Si lo van a juzgar por los asesinatos en su sexenio, a López Obrador tendrían que juzgarlo dos veces porque va duplicar el número de personas víctimas de homicidios dolosos cometidos por sus insólitos amigos, los narcos.
También se pondrá a votación popular la reforma al artículo 39 de la constitución que dice que el pueblo determinará la forma de gobierno que quiere; y si esto se lleva a un proceso de consulta es indiscutible que ganará el Presidente de la República para modificar la forma de gobierno que “el pueblo sabio” quiere tener en México.
Y lo está diciendo nada menos que el presidente de México, quien además controla la votación del ‘pueblo sabio’ con casillas distribuidas a modo, funcionarios de casillas que son de su partido, escrutadores que son de Morena, y veredictos inapelables que se consiguen con el voto del uno por ciento de la población.
Con esta conducta del poder ejecutivo el país está caminando al precipicio y muy pronto podrá dar un salto al vacío.
Esta locura también hay que pararla. Es el huevo de la serpiente. No se vale la indiferencia.