El país, un caos

a indicación de la Secretaría de Salud es quedarse en casa y sólo salir de ella por motivos urgentes, y López Obrador anuncia que se va de gira al sureste porque quiere ir a dar el banderazo a los trabajos del Tren Maya.
No cabe duda que en el país en este momento existe un total desorden en todos los aspectos, tal vez el principal detonador es la pandemia de coronavirus.
Ya ha impactado severamente en la economía de nuestro país en sus diferentes aristas como lo es el empleo en donde ya se perdió casi 1 millón de plazas que difícilmente podrán volver a conseguirse. El tipo de cambio del peso frente al dólar en este momento es un desastre.
Si continúa el camino del cierre de puertas a la inversión privada, nacional y extranjera, no solo se autodestruirá el gobierno, sino hundirá más la economía mexicana, generando daños superiores a los esperados por los efectos del COVID-19.
Y el Presidente en lugar de corregir, que sería lo deseable para el país, sale a hacer lo que sabe: campaña en los estados para recuperar imagen y revertir la tendencia en contra, que lo abruma.
Le importan su imagen, su popularidad, los votos, y no la salud, ni la economía ni la seguridad de sus gobernados. Esa se puede manejar con propaganda, y sin dar a conocer datos verídicos del número de muertos.
En el aspecto educativo las clases en las aulas están suspendidas desde mediados del mes de marzo, es decir hace dos meses y medio se paró de golpe el proceso educativo del país en todos sus niveles.
En el aspecto salud es un absoluto caos, es un desastre que ya está costando miles de vidas y está minando las finanzas de los estados, pero en el aspecto de la seguridad pública es en donde sentimos el deseo de exigir a nuestros gobernantes enérgicamente que garanticen a la población un estado seguro, en San Luis Potosí en una semana se pueden contar casi 20 ejecuciones sangrientas.
Se sabe que la droga de diferente tipo circula por las calles y que la delincuencia organizada insiste en apoderarse del control tanto de la policía como de los funcionarios públicos relacionados con la seguridad, en concreto hoy la ciudad de San Luis Potosí es un lugar totalmente inseguro y no es la intención hacer comparativos con Matamoros, con Guanajuato o con otro Estado de la República.
Si no, que es importante hacer comparativos con la seguridad que se vivía en la ciudad de San Luis Potosí hace algunos años, también es necesario comparar el nivel de desempleo con la situación de empleo y oferta del mismo también hace algunos años.
En esas condiciones se encuentra el país aun sin embargo de plano no existe un líder que nos ayude a los mexicanos a superar este desorden al que elegantemente le llaman crisis.
La pandemia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del gobierno. No sólo no tenían material sanitario, ni preparación alguna. Tampoco pueden tener información medianamente útil. No hacen pruebas suficientes, pero tampoco registran correctamente las defunciones.
Las decisiones del actual gobierno, por los motivos o fines que sean o por ignorancia, llevan a la transformación de millones de mexicanos de clase media en pobres.
Con el pretexto de la pandemia se están tomando muchas decisiones que nada tienen que ver con ella y sin con los resultados de los próximos comicios electorales a celebrarse en junio del 2021, en donde se renovará la Cámara de diputados federal, así, como 14 gubernaturas, además de congresos locales y ayuntamientos.
Para nadie es un secreto que lo que ocurra en esa elección determinará el resultado de la revocación de mandato del presidente de la República que se llevará a cabo en el 2022 y del resultado de ese referéndum, habrá luz sobre el destino de AMLO rumbo al 2024.