- El Día de Pentecostés es una festividad religiosa que se celebra 50 días después de Pascua y lo celebran tanto la religión cristiana como la religión judía, te contamos a qué se debe dicho evento.
El 31 de mayo se celebra el Día de Pentecostés. Se trata de una festividad de carácter religioso que tiene lugar 50 días después de Pascua, poniendo así el punto y final a lo que se conoce como periodo pascual. Es interesante destacar que este día se celebra tanto en la religión cristiana como en la religión judía, aunque el significado en ambas es distinto.
Día de Pentecostés en el cristianismo
En la religión cristiana, el Pentecostés es la conmemoración de la venida del Espíritu Santo. Según relata la Biblia, este hecho tuvo lugar 50 días después de la Resurrección de Jesucristo.
En el Nuevo Testamento, en Hechos de los Apóstoles (capítulo 2) se describe cómo el Espíritu Santo descendió en el transcurso de una reunión de los Apóstoles en la ciudad de Jerusalén. Fue así cómo nació la Iglesia Cristiana y se propagó la fe de Cristo. Esta es la razón por la que el Día de Pentecostés tiene un significado tan especial. Es la cuarta fiesta más importante de todo el año, y tiene lugar entre el 10 de mayo y el 13 de junio.
¿Cómo se celebra el Día del Pentecostes?
Esta celebración se realiza en muchos países cristianos, aunque en España no es fiesta a nivel nacional. Aún así, existen varios lugares en los que el Día de Pentecostés se celebra de un modo especial.
Es el caso de la localidad onubense de Almonte, donde tiene lugar la romería de la Virgen del Rocío. Decenas de hermandades y miles de personas peregrinan a pie o a caballo hasta la aldea de El Rocío y sacan en procesión a la virgen.
Día de Pentecostés en la religión Judía
Para el pueblo judío, este día se recuerda el momento en que Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés. En el año agrícola, Pentecostés era la segunda fiesta del calendario, la fiesta de la cosecha. Se celebraba cincuenta días después de Pascua (Pesaj), que recordaba la salida de Egipto del pueblo de Israel. En Pentecostés, los primeros frutos se ofrecían a Dios en ofrenda. La fiesta de Pentecostés ponía término también a las festividades agrícolas.