El líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, ha esclarecido por qué comenzó la crisis armada en Siria en 2011.
Nasaralá ha hecho estas declaraciones durante un discurso ofrecido este miércoles con motivo del cuarto aniversario del martirio del comandante Mostafa Badr al-Din, jefe de operaciones militares de Hezbolá, caído mártir en un supuesto ataque del régimen de Israel en territorio sirio, 13 de mayo de 2016.
Badr al-Din lideraba la lucha contra el plan estadounidense-sionista en la región de Asia Occidental, con la firme voluntad de erradicar a los grupos terroristas takfiríes activos en territorio sirio.
Este alto mando tenía características de un gran comandante, un líder que inspiró a los combatientes de la Resistencia por su moral, ha añadido el máximo responsable de Hezbolá. El rol más importante del comandante Badr al-Din fue en Siria, cuyo problema fue que no se sometía a los países occidentales y EE.UU., ha agregado Nasarlá.
Mientras que el presidente sirio, Bashar al-Asad, cambia sus posiciones respecto a EE.UU. y el Occidente no tendrá problemas para estar en el poder, pues, “el problema en Siria no era su sistema político, sino que estaba fuera del control de los Estados Unidos, porque tenía petróleo y gas y soberanía política”.
Ha enfatizado que “el principal objetivo del conflicto armado fue que Siria se someta a EE.UU., reconozca a Israel y olvide la causa palestina con su ciudad sagrada Al-Quds” (Jerusalén).
A pesar de todo eso, Siria no se rindió ante la arrogancia mundial, por eso los países occidentales buscaban doblegarlo. “Sabiendo todas estas circunstancias, Hezbolá decidió apoyar al Gobierno de Damasco en su lucha contra el terrorismo”, ha aseverado. El liderazgo sirio, el Ejército y una gran parte del pueblo sirio han ganado la guerra, y todavía hay batallas que se ganan con resistencia. Siria se salvó de las teorías de desintegración y conspiración, ha dicho.
Después de no lograr sus objetivos a través de sus agendas militares en Siria, los occidentales intentaron alcanzar sus objetivos políticamente. Siria ha ganado hasta ahora la batalla política a pesar de la guerra psicológica y el bloqueo que enfrenta, ha recalado.
También ha elogiado el rol del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en la lucha contra los grupos takfiríes que operaban en Siria.
Respecto a la presencia de Irán en Siria, ha afirmado que el apoyo del país persa a Damasco ha preocupado al régimen de Israel, algo que puede llevarlo a cometer aventuras no deseadas.