El miedo, un instrumento del poder para someter a la sociedad

  • El miedo como instrumento de control. Una idea nada ajena cuando se habla de algunos gobiernos. 

“En sociología hay un proceso que conocemos como actuar en comunidad, actuar juntos, por un objetivo común. Es algo muy difícil de conseguir, porque los gobiernos dictatoriales no lo quieren, porque no quieren que se una la sociedad”, dice Claudia Matilde Aldana González, maestra en estudios internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Recurrir a la represión, al temor, a la fuerza, tienen como objetivo evitar la construcción de un orden social autónomo, crítico y conocedor.

“Uno de los recursos más viles, más canallescos, pero más efectivos es recurrir al miedo”, nos precisa la académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES Aragón).

¿Qué tanto se gana o se pierde con una sociedad atemorizada?

Aldana González no duda en señalar lo perjudicial que resulta el miedo para la sociedad y lo que desencadena para los gobiernos.

“No conviene por ningún lado tener gobiernos que se basen en el miedo… Si hablamos de cuáles son las consecuencias de estos regímenes que han implementado la represión, lo que después consiguen es resentimiento, rencor social y ese no se olvida, buscan venganza”, precisa Claudia Matilde.

La especialista nos da ejemplos de países que infunden el temor con el pretexto de cuidar a las personas ante la crisis que vive el mundo por el COVID-19 y por la que, hasta el 30 de abril, se reportaban más de 217 mil muertes y más de tres millones de personas contagiadas confirmadas.

“En la actualidad tenemos ejemplos como el de India, donde a quienes no atienden la medidas de contingencia los golpean con varas de bambú y les avientan cloro. En Hungría y Filipinas llegaron a enjaular a personas o a dispararles a muerte. En Israel, meten a la cárcel a las personas con el pretexto de que están violando las medidas de contención para la epidemia”.

¿Cómo definir estos episodios?

La académica en estudios internacionales por la UNAM, considera que estos gobiernos llevan a cabo este tipo de acciones para subordinar a la sociedad y que, en realidad, los mandatarios no se preocupan por salvaguardar a la población, en este caso, ante una epidemia.

“Esto no es contención, esto es represión, esto es control, esto es dominio. Lo que estamos viendo es la politización de una mala política de miedo, no para salvar a las sociedades de la pandemia, sino para controlarlas, para inculcarles más temor y que obedezcan a más no poder, que se vuelvan subordinados a lo que el Estado autoritario diga y disponga”.

Las autoridades de la India, Hungría, Filipinas e Israel se olvidan por completo de lo que conlleva gobernar de manera adecuada.

“Gobernar (democráticamente) significa conducir conductas, pero no a través de la represión y menos de la fuerza, tampoco del miedo, sino de la concientización, a través del uso de la razón, porque esto nos lleva a fomentar confianza en el médico, en el científico, en el periodista, en la sociedad”, explica Aldana González.

El miedo aniquila

Esa sensación que tenemos ante algo nuevo, eso que se manifiesta a través de reacciones fisiológicas como la sudoración, la palidez, la aceleración del pulso… es miedo.

En el aspecto psicológico, nos detalla la especialista, “el miedo es una de las emociones más importantes de las cinco que tenemos como básicas: enojo, tristeza, alegría, amor y miedo”.

Sin embargo, nos advierte que “esa emoción no solamente puede volvernos pasivos al estar amedrentados, sino que a los seres humanos nos puede completamente aniquilar”.

De ahí, Aldana González precisa en este análisis del miedo, que “una sociedad vulnerable es una sociedad débil. Una sociedad maleable es una sociedad que se puede controlar de una manera más fácil”.

¿En México habrá miedo ante el cambio?

“No detecto un miedo social en relación al cambio… La clase media tiene esperanza en esta transformación. Los que sí están realmente indignados son esos grupos a los que se les está dañando su interés, intereses económicos principalmente que no son tanto políticos”, responde Claudia Matilde.

La administración de Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado distintas protestas desde que inició su sexenio.

Como las mujeres que exigen atención ante el aumento de una violencia de género; los médicos frente a una carencia de insumos; los enfermos urgiendo medicamentos contra el cáncer y VIH. Y ahora, meseros, cilindreros, taxistas, mariachis, entre otros, tomando calles en demanda de apoyos por la contingencia sanitaria.

“Las protestas de médicos y empleados, son legítimas. Nadie lo niega. Uno piensa en su situación y qué desesperación, pero son mínimas, se les recibe, se les escucha y se les atiende, tal vez no de inmediato, pero se les atiende”, refiere.

La académica acepta que hay “descontento, desilusión de personas que pensaban que este nuevo gobierno iba a tener una varita mágica que iba a cambiar las cosas de un momento a otro… (aunque) algo de lo más difícil que puede haber en el universo político es el cambio de régimen… se puede hacer única y exclusivamente si hay apoyo social; si no, no se hace, no resulta”.

Con López Obrador, Aldana González ve apertura y un cambio sustentado. “El cambio de este gobierno a nivel general viene de las bases, si las bases votaron por un cambio, por un gobierno diferente, no le tienen miedo, al contrario”, señala.

¿Hasta qué punto la sociedad moderna podrá erradicar el miedo que le imponen los gobiernos?