Ayrton Senna y el Acura NSX, así lo puso a punto el campeón del mundo

Senna mostró una gran emoción por trabajar con Honda y McLaren en Fórmula 1. De hecho, fue su época de mayores éxitos, la dorada del brasileño.
Cuando se integraron McLaren y Honda, Senna dejó muy clara su visión: “El nuevo proyecto, el nuevo auto con Honda Power, el poner todo junto a trabajar no solo para que sea rápido, sino confiable y consistente, es normal que lleve tiempo, lo que creo es que se de tener un buen proyecto desde el inicio, con el diseño correcto, la técnica y, por lo tanto, ser desarrollado con el tiempo adecuado para ser altamente competitivo”, decía el piloto.
Y con eso en mente, Honda estaba inmerso en la concepción del NSX o New Sportcars eXperimental, un superdeportivo exótico, confiable, que tenía la meta de ponerse a pelear de frente con exóticos como Ferrari o Porsche. Era, en pocas palabras, su más grande muestra de capacidad técnica e ingenieril.
De hecho fue el primer auto de producción con un bastidor de monocasco de aluminio, lo que le permitía ser ligero pero firme al mismo tiempo y también fue considerado el primer superauto japonés .
Pero Honda tenía un as bajo la manga para hacer del NSX, además de todo el aporte tecnológico que ofrecía (el motor, por ejemplo, podía girar hasta las 8,000 rpm y tenía aleaciones de titanio y aluminio): al mismísimo piloto de Fórmula 1, Ayrton Senna.