Aquí casual, jalando hilos

Estarán de acuerdo conmigo que la sensación de manipulación se ha presentado con más descaro en los últimos meses especialmente en el teatro Guiñol por las mañanas y su titiritero de pelo blanco. También debemos estar conscientes que las manipulaciones siempre han estado como en la sombra, pero presentes, como recurso importante para marcar dirección en las masas.
En tiempos actuales, lo que antes era la magia y romanticismo del convencimiento directo, la manipulación ahora se apoya en herramientas como lo son los medios de comunicación y las redes sociales, logrando una mayor cobertura y en tiempo récord. Vehículo diferente, intención idéntica: distorsionar una realidad por algún interés en particular. Esto es lo que se conoce como manipulación mediática y puede ser tan peligrosa como cualquier millenianl sin celular.
Sylvain Timsit nos menciona diez estrategias de manipulación de las masas, que a mi parecer y pecando de oportunista, nuestro “ser supremo moral” en turno embona en todos y sin bronca alguna. Copio y pego:
1. La estrategia de la distracción. – El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. – Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos. Aquí, metiendo mi cuchara, les recomiendo La Doctrina del Shock de Naomi Klein, interesante.
3. La estrategia de la gradualidad. – Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. – Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. – La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. – Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos. Traducción 4T: abrazos no balazos
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. – Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. – Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…Sin embargo, la gente nunca estuvo tan informada y preparada. James Surowiecki nos explica el momento en que los medios sociales se convierten en un jugador de igual importancia.
9. Reforzar la autoculpabilidad. – Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, ¡no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. – En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Por otro lado, el tweak o el hack conductual consiste en que, si logras que una persona se convenza a sí misma de ser cierto tipo de persona, actuará en consecuencia con eso. Algo así como un efecto Pigmalión. Por lo tanto, para que el manipulador logre su objetivo primero tendría que existir la manipulación por mismo del manipulado.

@barrerArq