Tres veces campeón de la NBA, dos MVP (una por unanimidad, el único que lo ha conseguido) y seis all star, Stephen Curry (32 años) tiene ya poco o nada que demostrar. Uno de los jugadores más influyentes de la historia reciente de la NBA, y el mejor tirador que jamás haya pisado una cancha de baloncesto, Curry no es además un excelente defensor. Ni siquiera un gran defensor. Pero ha demostrado cuando su equipo lo ha necesitado que puede manejarse sin ser al menos un gran problema a pesar de su liviana presencia física. Y siempre y cuando, claro, sea Klay Thompson el que se encargue de secar al mejor guard del equipo rival.
En los Warriors que jugaron cinco Finales seguidas, Curry hizo lo que pudo como defensor, pero para algunos ni eso fue suficiente. Uno de esos os Maverick Carter, cuyas declaraciones han hecho mucho ruido porque se trata, no en vano, de uno de los colaboradores más íntimos de LeBron James. Uno de los amigos de su infancia, y compañero de equipo en el instituto de St Vincent-St Mary que ha seguido al lado de LeBron desde la adolescencia y que se encarga de sus negocios y de, también de vez en cuando, hacer alguna declaración llamativa.
