El pueblo aislado por un asado que resultó mortal

El 19 de marzo, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció desde su residencia oficial en Buenos Aires que al concluir el día Argentina se convertiría en uno de los primeros países de la región en entrar en una cuarentena obligatoria.
Sin embargo, a cientos de kilómetros, en un pequeño pueblo patagónico, un grupo de vecinos decidió que el decreto presidencial no iba a empañar sus planes de disfrutar de un asado de domingo.
No era cualquier asado: también era un festejo de cumpleaños, por lo que después de comer, el grupo de familiares y amigos se quedó celebrando. «Comieron un asado y compartieron una cerveza o un vino de la misma botella», contó luego el intendente del Loncopué, el poblado de la sureña provincia de Neuquén donde se llevó a cabo el festejo.
Resultó ser una decisión letal. Unos días más tarde el cumpleañero, un hombre de 64 años, estaba muerto. Las autoridades sanitarias comprobaron que había fallecido a causa del covid-19.
Otro hombre de 68 años, que ni siquiera participó de los festejos, murió al ser contagiado por uno de los hijos del cumpleañero.
Y al menos 29 vecinos de Loncopué han dado positivo para el virus, una de ellas una mujer de 61 años que está internada en un hospital cercano.
La dimensión del brote llevó a las autoridades regionales a declarar el aislamiento total de este pueblo de unos 6,000 habitantes, bloqueando las rutas de acceso.