Todas las personas tenemos esa característica en la cabeza; un remolino es normal, pero dos, ya es algo distinto, debido a que señala como principal consecuencia, la hiperactividad
El cuerpo humano es mágico y en ese sentido, todo lo que pasa en torno a su complejidad es muy interesante.
Uno de los temas más notables entre los padres de familia es el número de remolinos que tengan los niños en la cabeza.
Mismos, que más tarde crecerán y posiblemente lo vean también en sus críos.
Esta singular característica señala que los remolinos crecen en sentido contrario al resto del cabello de la cabeza. Pero todas las personas cuentan con al menos un remolino específico:
Algunos los tienen muy marcado, otros difuso; algunos crecen en el sentido de las agujas del reloj.
Otros al contrario, y también hay quienes poseen dobles remolinos en sentidos diferente.
Expertos afirman que estos pueden ser genéticos, y por otro lado.
Existen teorías que aseguran que en toda esfera debe haber un cero, y los remolinos serían ese punto.
Los remolinos se desarrollan cuando el feto se está creciendo en el útero y permanecerán con la persona por siempre.
A excepción de las personas que pierden cabello y se quedan calvas.