En el recuento de las historias de sus inicios en el boxeo en la WBC Talks, algunas campeonas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) coincidieron que cuando decidieron entrenar de manera profesional, en su llegada a los gimnasios, eran los hombres quienes se intimidaban ante su presencia.
«Nosotras éramos quienes intimidábamos a los hombres en el gimnasio, porque llegamos poniendo todo nuestro amor al boxeo, boxeando con ellos, para mí no fue problema porque convivía con ellos y tuve que ganarme el respeto arriba del ring o desde donde fuera, ponerme al tú por tú con ellos y así ganarme el respeto», dijo Mariana Juárez, campeona gallo del CMB.
Por su parte Ana María Guerrero, campeona supermosca femenil del WBC aseguró que «no había baño para mujeres en el gimnasio donde yo entrenaba, me fui ganando el respeto de ellos con dedicación, con ganas de aprender, cuando vieron el interés que tenía por el deporte pues ya se iban a cambiar a otro lugar donde yo no estuviera».
Kenia Enríquez, campeona interina minimosca del CMB, tuvo que enfrentarse a la negativa de quien después sería su entrenador Rómulo Quirarte: «Yo no entreno mujeres porque tengo hijas, nietas, sobrinas y no me gusta que les peguen», recordó como uno de sus primeros retos en el boxeo femenil.
Al tiempo logró que Quirarte fuera su entrenador y juntos consiguieron el campeonato actual.
También las pugilistas mexicanas Sulem Urbina, Lupita Martínez, Yamileth Mercado, Ibeth Zamora, Jessica Chávez, la guatemalteca María Micheo y la española Katy Thanderz participaron en la WBC Talks donde hablaron de sus inicios en el boxeo femenil.