Un científico iraní encarcelado en Estados Unidos expresa su preocupación por las condiciones inhumanas de la prisión en medio del brote del coronavirus.
El doctor Asgari, profesor iraní de ciencia e ingeniería de materiales, fue exonerado en un juicio por sanciones de Estados Unidos, pero sigue encarcelado por orden de las autoridades de inmigración en el centro de detención de Alexandria, en el estado de Luisiana (sureste).
En declaraciones al diario británico The Guardian, Asgari ha dicho sentirse preocupado por las condiciones inhumanas de la cárcel en que está detenido, entre ellas suciedad y superpoblación, y ha denunciado que los funcionarios penitenciarios no hacen casi nada para prevenir el brote mortal del nuevo coronavirus, denominado COVID-19 y que se está propagando rápidamente en el mundo. Hablando en una llamada telefónica desde Alexandria, Asgari, de 59 años y con antecedentes de problemas respiratorios graves, ha dicho que los funcionarios estadounidenses no le permiten incluso que use su propia mascarilla protectora. “No creo que pueda sobrevivir”, avisa. Es más, prosigue, los reclusos no tienen acceso a desinfectantes para manos o mascarillas y que los baños y las áreas para dormir no se limpian regularmente a pesar de las condiciones de hacinamiento. “La forma en que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU. mira a estas personas no es como si fueran seres humanos, sino que son objetos de los que deshacerse”, lamenta.
Asgari llegó a Estados Unidos en 2017 con su esposa —ambos con pasaportes y visas válidos— pero al llegar descubrió que el Gobierno estadounidense lo estaba vigilando bajo acusaciones de violar las sanciones antiraníes de Washington. Fue absuelto en un juicio, pero sigue en prisión.
