Philip Rivers pasó más de una década como verdugo de los Colts de Indianápolis e irritando a sus fanáticos, pero hoy se convertirá en su nuevo quarterback.
El veterano astro de los Chargers llegó a un acuerdo para un contrato por un año con los Colts ayer.
El gerente general, Chris Ballard, ha cubierto ahora dos importantes vacantes en dos días. Añadió al estelar quarterback a su nómina menos de 24 horas después de haber adquirido al tacle defensivo DeForest Buckner en un cambio con San Francisco.
Los Colts adquieren en Rivers, de 38 años, a un veterano de 16 temporadas que viene de una campaña en la que lanzó su menor número de touchdowns al sumar 23, desde 2007, y su mayor cantidad de intercepciones desde 2016 al acumular 20. Esa fue una razón por la que los Chargers decidieron no extender el contrato del líder de la franquicia en yardas por pase. En Indianápolis, Rivers se reunirá con el entrenador Frank Reich y el coordinador ofensivo Nick Sirianni. Reich fue el entrenador de quarterbacks de los Chargers en 2013 y el coordinador ofensivo en 2014 y 2015. Sirianni estuvo cinco temporadas en San Diego, dos de ellas como entrenador de quarterbacks.
