Las estaciones del año se consideran como las cuatro temporadas con una duración aproximada de tres meses, que se dividen o se hacen notar por los cambios climáticos que se manifiestan.
Entre una y otra, así como otras características propias de cada una de éstas.
El nombre que se le da a cada una son invierno (con la que termina un año e inicia otro), primavera (que empieza casi al finalizar el primer trimestre del año).
Verano (se manifiesta entre el cuarto y quinto trimestre del año) y otoño que comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre). Cada uno de estos perídos se deben a la inclinación del eje terrestre y al movimiento traslación que realiza la Tierra sobre su propio eje y alrededor del Sol.
Precisamente, ésta es la razón por la que los rayos solares caen y cubren las diferentes regiones en la que está dividido.