En Estados Unidos, el papá de un chico que perdió la vida en un accidente automovilístico, y ante las pocas posibilidades de vida después del trágico suceso, decidió donar los órganos del joven, entre estos, el corazón.
Meses más tarde, el hombre recibió un especial obsequio que lo emocionó hasta las lágrimas.
Acompañado de un emotivo mensaje, llegó un obsequio a su domicilio, mismo que le hizo recordar con gran dolor al joven fallecido.
La valentía de los seres queridos que viven junto a un familiar que está apunto de perder la vida por cualquier motivo.
Siempre es un acto de amor, pues debe ser muy difícil permitir que esos órganos que aún «están en buenas condiciones» y funcionan perfectamente bien, sean retirados del cuerpo de la persona fallecida. Sin embargo, al tomar decisiones respecto a este tema y con la cabeza fría, sin sentimentalismos, (situación que se presenta bastante difícil), se puede ayudar a otras personas que necesitan un órgano para seguir viviendo.
Es admirable esta valentía que demuestran esos seres que quieren coadyuvar a que un ser humano siga viviendo a través de los que ya se fueron.