Increíble un presidente que divide a su país

or increíble que parezca el actual Presidente de México, se ha dedicado durante los 13 meses que lleva al frente del poder ejecutivo a dividir al país de una manera cotidiana y frontal; todas las mañanas durante alrededor de dos horas se dedica a denostar a los conservadores y a elogiar a los liberales, lo mismo hace con la prensa a la que llama “chayotera”, corrupta, conservadora.
Asimismo ha insistido en dividir a la sociedad entre pobres y ricos y demagógicamente ha señalado que está dispuesto a apoyar a los pobres con el presupuesto de los ricos.
Se dedicado sin señalar de manera específica que los 30 años anteriores de gobiernos que arbitrariamente llama “neoliberales” llegaron al país de corrupción sin señalar específicamente donde, cuando, como.
Ha insistido en dividir a la administración pública como una administración generalmente corrupta sin que haga un señalamiento específico. Esto desde luego causa una enorme irritación, porque no define de manera concreta que es lo que considera “corrupción”; pero tampoco señala como va a “hacer justicia”.
De la misma manera durante sus discursos cotidianos insiste en señalar que el país está dividido entre “conservadores” y “liberales”; esos términos fueron utilizados durante la segunda mitad del siglo XIX para señalar de manera concreta a quienes estaban en contra de la reforma de 1857 señalándolos como conservadores y a quienes la defendían llamándolos liberales.
Esta división de la sociedad para con un gran derramamiento de sangre durante diferentes periodos de la historia de México cómo fue la llamada guerra de tres años y posteriormente la llamada “Revolución Cristera”, ambos movimientos armados dejaron miles de muertos en las ciudades y en los campos de México.
Esta división entre conservadores y liberales trajo como consecuencia la creación de partidos políticos extremistas tales como el Partido Nacional Sinarquista y el Partido Comunista Mexicano; esto independientemente de generar sociedades discretas o secretas violentas como los Caballeros de Colón entre los llamados conservadores que se dedicaron a perseguir a asociaciones que se auto nombraban liberales.
En este entorno la sociedad en México quedó sumamente dividida y la unión entre los mexicanos quedó totalmente fracturada; hubo división incluso en las instituciones educativas, indudablemente muchas familias quedaron separadas por estas ideas ficticias de conservadores y liberales, actualmente muchas de estas familias siguen separadas.
El Bajío durante la llamada “revolución Cristera” vio cubrirse sus campos de muertos de ambos partidos, historiadores como Lorenzo Meyer en su obra de tres tomos denominada “La Cristiana” editada por Siglo XXI, hace un recuento de la mayoría de los enfrentamientos que hubo entre los mexicanos porque alguien arrastro desde el siglo XIX el estigma de “conservadores y liberales”.
Hoy en México el propio Presidente de la República insiste en declarar que el país está compuesto de conservadores y liberales; y no es de extrañar que con una chispa vuelva a incendiarse la sociedad mexicana como ya sucedió en la segunda mitad del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX.
Es increíble, auténticamente increíble, que un Presidente de la República insista cotidianamente en declarar esta división entre los mexicanos. El señor Presidente ha dicho que conoce profundamente la historia de México y si la conoce habrá leído los terribles pasajes de dividir a la sociedad en conservadores y liberales.