En el tiempo que usted tarda en leer este párrafo, ellos habían robado un coche de alta gama. Clonadores de cerraduras, inhibidores de frecuencias, llaves vírgenes y mucha destreza son algunas de las herramientas que los miembros de una organización dedicada a robar vehículos todoterreno de alta gama en Málaga, Madrid y Huelva utilizaban en sus golpes. Se trata de auténticos expertos. Entre ellos se encuentran los que la policía considera como “dos de los mayores especialistas europeos” en la sustracción de coches. Cuidadosos, reincidentes, hábiles y equipados con tecnología punta, les bastaban apenas 29 segundos para ejecutar el robo. Los nueve arrestados en esta operación, denominada Kolio-Grecia, eran reincidentes y ya están en prisión.
Los vehículos, la mayoría del modelo Land Cruiser de Toyota, pero también Mercedes ML 350 y Range Rover Autobiography, eran robados en urbanizaciones de lujo de Málaga —donde la organización estaba asentada—, así como en la localidad onubense de Lepe y los distritos de Hortaleza y Chamartín en Madrid.
Una vez sustraídos, los delincuentes los conducían hasta garajes para ocultarlos durante un tiempo. Estos escondites eran alquilados con documentación falsa en diferentes municipios malagueños, como Estepona, Algarrobo y Vélez-Málaga. Siete de los 15 vehículos robados han sido recuperados.
Los guardaban allí durante un tiempo para, después, venderlos a organizaciones de narcotraficantes del Campo de Gibraltar. También a otros grupos criminales de la zona, que los revendían en el extranjero tras falsificar la documentación.
Las primeras detenciones se produjeron en Madrid, donde la Policía Nacional sorprendió en pleno robo a dos personas. El garaje localizado en Algarrobo —municipio de 6.367 habitantes al este de Málaga— fue clave. Estaba alquilado con documentación falsa y en su interior se recuperó un vehículo valorado en 180.000 euros.
La investigación de la Policía Nacional en este lugar sirvió para determinar que los responsables del robo eran miembros de una organización que habían ingresado en prisión previamente, pero que se habían reorganizado de nuevo tras salir de la cárcel. La Guardia Civil se incorporó entonces al trabajo para comenzar una operación conjunta que permitió encontrar conexiones con otras personas de nacionalidad española, italiana y lituana.
En esta segunda fase, los resultados no tardaron en llegar. A mediados de noviembre se produjo la detención de dos personas en Villafranco del Guadalhorce (Málaga) y otras dos en Lepe (Huelva). Más tarde fueron arrestados otros tres hombres en Vélez-Málaga.
En los registros domiciliarios realizados, los agentes localizaron gran cantidad de material informático y electrónico, así como herramientas específicas para el robo de vehículos, duplicado de centralitas, llaves, inhibidores de frecuencia y detectores de señales. También se les han intervenido un arma de fuego y munición, clonadores de cerraduras y llaves, inhibidores de todo tipo de frecuencias, dispositivos de geolocalización, llaves falsas y un sistema de repostaje autónomo.