David Ferrer, retirado de las pistas desde el pasado mes de mayo y que en la actualidad es el director de Barcelona Open Banc Sabadell, quiso sumergirse este martes en las profundidades del Acuario de Barcelona por una causa solidaria.
El tenista de Jávea deseó Feliz Navidad rodeado de 11 tiburones para destinar los 5.000 euros que dona el centro marino al Proyecto Brain, que se desarrolla en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y que sirve para la investigación de enfermedades neurológicas infantiles.Ferrer, que había tenido antes una experiencia con tiburones en las Islas Galápagos, lo ha hecho una segunda vez «pero es que estos eran mucho más grandes», recordaba. Después de los nervios del principio, se soltó e incluso quiso hacer una especie de tour acompañado de cientos de especies .
