Texto: este es probablemente el elemento más importante cuando se trata de elaborar un instructivo, ya que es a través del lenguaje escrito que se dará a conocer cada una de las instrucciones a seguir.
Ahora bien, en este caso es importante que las oraciones no sean demasiado largas y que las palabras involucradas sean lo suficientemente básicas para un niño, pues hay que tener en cuenta que su léxico aún no es lo suficientemente amplio.
Un título: el título es aquello que le indicará al niño cuál es exactamente la actividad que se espera que ejecute, de manera que es muy importante evitar su omisión. En pocas palabras, representa el objetivo o la finalidad del texto en el instructivo.
Subtítulos: el uso de subtítulos dependerá del tamaño del texto y de las características del instructivo, pero resultan de gran utilidad para destacar procedimientos o materiales requeridos para lograr el objetivo.
Numeraciones: las numeraciones son ideales para separar una instrucción de otra y establecer así el orden lógico en el que deben seguirse.
Recursos gráficos: los elementos visuales como cuadros, ilustraciones y colores pueden ayudar a que el niño tenga una idea un poco más concreta de lo que debe hacer, y además pueden despertar su interés mucho más que si se tratara únicamente de un montón de letras.
Realizar un instructivo para niños es más simple de lo que parece, solo debes seguir los siguientes pasos y poner a trabajar tu creatividad.
Lo primero que debes hacer es determinar cuál será el tema central del instructivo, el cuál colocarás como título del mismo.
Haz uso de los subtítulos para puntualizar qué información corresponde al procedimiento y, de ser el caso, para señalar si es necesario contar con materiales especiales para el desarrollo de la actividad.
Para ello, puedes añadir la palabra “materiales” o “utensilios” y colocar a partir de allí la lista de lo que el niño necesitará, recuerda que es importante ser lo más específico posible para evitar que el niño se confunda y omita algo importante.
Comienza especificando de manera clara cada una de las instrucciones que el niño debe seguir y el orden en el que las mismas deberán ejecutarse, para ello puedes enumerar cada uno de los pasos o utilizar algunas viñetas.
Ya que los niños serán quienes hagan uso de este recurso, es importante emplear palabras no muy sofisticadas sino más bien simples para que su entendimiento sea mucho más sencillo.