Bajaron tasas

• Inadecuada, incorrecta e inoportuna votación unánime por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México (BANXICO) se llevó a cabo 10 días antes de la elección presidencial

• Demostrada y comprobada durante 16 ocasiones ininterrumpidas: “Reducir por primera vez 25 puntos base la tasa de interés en la actual administración pública federal con la prospectiva de una segunda reducción de la misma magnitud el 26 de septiembre del 2019”

La inadecuada, incorrecta e inoportuna votación unánime por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México (BANXICO), integrada por Roberto del Cueto, Manuel Ramos Francia, Javier Eduardo Guzmán e Irene Espinosa, misma que decidió aumentar a 7.75 por ciento su tasa de referencia, se llevó a cabo 10 días antes de la elección presidencial.
El 15 de noviembre del 2018, la propia Junta de Gobierno del Banco de México (BANXICO), aumentó su tasa de interés 25 puntos base, para llegar a 8.00 por ciento, ubicándose a un paso del máximo histórico de 8.25 por ciento desde que el Banco Central adoptó la política de la tasa referencial en enero de 2008, lo cual se anticipó en la colaboración denominada AUMENTARÁN TASAS, Investigación Especial del Economista Alberto González Káram, lo cual se demuestra y comprueba plenamente al ser publicada en múltiples medios de comunicación y redes sociales a nivel nacional e internacional.
En la pasada administración pública federal de Enrique Peña Nieto (2012-2018), el Economista Alberto González Káram, alcanzó un nuevo récord mundial al acertar ininterrumpidamente en sus prospectivas económicas 14 ocasiones, debido que aumentó la tasa de interés a un total de 500 puntos base y resultando un máximo histórico de 8.25 por ciento.
En su prospectiva económica del segundo semestre del año pasado, manifestó que «la creciente inflación registrada al cierre de la primera quincena del mes de junio del 2018, exige reorientar la política monetaria aplicada desde 2001, a fin de evitar un mayor costo que continúe disminuyendo el poder adquisitivo de la mayoría de la población nacional y especialmente a quienes habitamos en los estados de la zona fronteriza con los Estados Unidos de América».
Anticipó que la autoridad monetaria tenía previsto modificar el objetivo de reducción de la tasa de inflación por un incremento en la tasa de interés de referencia a corto plazo, lo cual afectó las condiciones bajo las cuales se abastecía de liquidez al mercado de dinero.
Consideró que el impacto sobre las tasas de interés a mediano y largo plazos, dependerá del incremento de las tasas de interés de corto plazo, su impacto en las expectativas de inflación de largo plazo y las primas de riesgo determinadas en los mercados financieros.
Acertó al señalar que «la mayor afectación por un incremento en la tasas de interés de referencia a partir de la segunda quincena de mes de junio del 2018, se vería reflejada en el gasto, ahorro e inversión del sector público, las empresas y las economías domésticas o de los hogares, lo que conduciría a posponer los gastos de consumo y se enfrentarían a un mayor costo de capital para financiar sus actividades y proyectos de inversión».
En su prospectiva económica, anticipó que los ajustes en la política monetaria, afectarán el acceso al crédito y puede contribuir a contraer el ritmo de crecimiento del crédito en la economía, particularmente a los inversionistas que están dispuestos a contratar créditos a mayores tasas de interés para emprender proyectos más riesgosos, obligando a restringir el otorgamiento de financiamiento bancario.
Precisó que «la aplicación de mayores tasas de interés reduce los ingresos netos esperados de las empresas, así como afecta su balance de activos y pasivos, de tal manera que su capacidad para hacer frente a sus compromisos financieros disminuye y su riesgo aumente, por lo cual se tendría que pagar una prima de riesgo adicional por pedir prestado».
También afirmó que el menor monto de crédito contratado, contribuye a moderar el gasto en la economía y con ello las presiones de demanda agregada sobre los precios.
El Economista Alberto González Káram, afirmó que la reorientación de política monetaria por la vía del incremento de la tasa de interés de referencia, tiene un impacto directo en el precio de los activos, como son los valores de deuda, tanto públicos como privados, las acciones y los bienes raíces.
En su visión del futuro, pronosticó que el aumento en las tasas de interés, provocará que los precios de los activos financieros y reales disminuyan, debido que el valor presente de sus rendimientos futuros esperados es menor mientras mayores sean las tasas de interés, ya que los rendimientos futuros de estos activos se descontarían usando una tasa de interés más elevada.
Anticipó que al cierre de la administración federal de Enrique Peña Nieto: «dicho aumento en las tasas de interés, generará sus consecuentes pérdidas para las empresas, trabajadores, familias y el propio sector público».
Con motivo de los avances significativos que permiten alcanzar una deflación histórica en nuestro país, misma que se registra en los energéticos al ascender de una tasa anualizada de dos dígitos 14.96 por ciento en 2017 hasta 19.32 por ciento en 2018 en el sexenio de Enrique Peña Nieto, a un mínimo de un solo digito -2.89 por ciento en la presente administración pública al cierre de la primera quincena del mes de septiembre del 2019, recomendó “reducir por primera vez 25 puntos base la tasa de interés en la actual administración pública federal con la prospectiva de una segunda reducción de la misma magnitud el 26 de septiembre del 2019”.
Efectivamente en el día de la prospectiva, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió disminuir en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un nivel de 7.75 por ciento en la presente administración federal, a diferencia del 8.25 por ciento heredada por Enrique Peña Nieto.

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