Mueren 16 personas por ataques saudíes contra Yemen

Al menos 16 personas han perdido la vida en los bombardeos lanzados por Arabia Saudí contra una zona residencial en el suroeste de Yemen. “16 personas, incluidas mujeres y niñas, fueron asesinadas y nueve más resultaron heridas” como consecuencia de los bombardeos realizados por Arabia Saudí y sus aliados contra la provincia central de Al-Dhale, ha dicho un funcionario local a la agencia francesa de noticias AFP.
Un médico del Hospital Al-Thawra, donde fueron llevados los cuerpos de los fallecidos, ha indicado que entre los cadáveres había siete niños y cuatro mujeres. El movimiento popular yemení Ansarolá ha condenado, por su parte, el ataque, acusando a Arabia Saudí de llevar a cabo una “agresión incesante” contra el pueblo yemení, según ha recogido la cadena de televisión local Al Masirah. Aviones saudíes también bombardearon el lunes una mezquita en la provincia oriental de Amran, incidente en el que siete personas perdieron la vida, entre ellas mujeres y niños que habían acudido a la mezquita en busca de refugiado, huyendo de los ataques. Las incursiones aéreas se producen a pesar de que el movimiento popular yemení ha ofertado un alto el fuego; Ansarolá expresó su deseo de que Riad realice una declaración similar.
Mahdi al-Mashat, presidente del Consejo Político Supremo de Yemen, ha recalcado durante un discurso que los rebeldes se reservan el derecho a responder en caso de que no haya una contestación a esta iniciativa.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados llevan a cabo una campaña de bombardeos contra Yemen para restaurar en el poder al fugitivo expresidente de este país, Abdu Rabu Mansur Hadi.
El Ejército yemení y Ansarolá han aumentado en los últimos meses sus ataques de represalia contra las infraestructuras vitales de Arabia Saudí para obligar al reino árabe a detener su agresión. Conforme estima la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la guerra en Yemen ha provocado la mayor crisis humanitaria del planeta. Más del 75 % de los yemeníes, de una población de 30 millones de habitantes, necesita algún tipo de asistencia humanitaria y más de la tercera parte no tiene garantizado su sustento.