- ‘…Quiero que me apoyen, que vuelva a tener una casa donde pueda estar con mis hijos…’, nos dijo en Santa María Xadani un poblador que solamente habla zapoteco
OAXACA, Oaxaca.
El pasado 7 de septiembre de 2017 un terremoto de 8.2 grados sacudió Oaxaca, 41 municipios del Istmo y más de 200 en todo el estado fueron afectados. Se registraron 96 personas fallecidas y más de 65 mil viviendas dañadas.
Pero no sólo fue ese terremoto el que afectó a la entidad. En ese mismo año, dos eventos más de 6.8 y 7.1 en la escala de Richter del 19 y 23 de septiembre y otro más el de febrero 2018, aumentaron el número de viviendas dañadas.
A dos años de esta tragedia existe un lugar en las entrañas del Itsmo donde personas, en su mayoría de la tercera edad, viven entre cartones y lonas. Del apoyo prometido solo recibieron 15 mil pesos.
La noche del terremoto, la zona del Itsmo de Oaxaca se encontraba entre ruinas. Dos años después, a 5 horas de la capital del estado, realizando el viaje por carretera se advierte que aún hay personas viviendo en la calle.
Tal es el caso de la comunidad de Santa María Xadani.
A pesar de que las autoridades federales realizaron un censo en la zona, algunas familias no fueron incluidas en las listas para apoyos. La razón: no hablan español.
«…Quiero que me apoyen, que vuelva a tener una casa donde pueda estar con mis hijos…», nos dijo un poblador que solamente habla zapoteco.
Teresa, la hija de este hombre afirma que sus padres viven en la cocina lugar donde también trabajan. Además recordó cómo fueron esos minutos de sufrimiento el día de la tragedia.
«…Triste, devastada, horrible fue algo inesperado para nosotros pues porque era la única casita que teníamos donde nos quedábamos…” entre lágrimas Teresa pidió apoyo a las autoridades.
A unos metros se encuentra lo que era la casa del señor Francisco López, quién debido a la diabetes perdió dedos de los pies. Nos mostró cómo quedó su hogar.
«…Así como pasó el 7 de septiembre un terremoto después nos mandaron un apoyo pequeño que no alcanza para para mi casa por eso un señor me paró ese ranchito ahí vivo…” nos dice mientras nos muestra un pequeño cuarto que por techo tiene una palapa…
Recordó cómo su pueblo vivió momentos de dolor.
«…Ya pasó empezó llorada, híjole lloradera de gente perros híjole yo mire el camino un montón de gente un montón del otro lado lloradera, bárbaro como fue feo, los que tienen miedo ahora si perdón Dios…”
Don Israel y su esposa son discapacitados, lo que les dificulta poder realizar los trámites para reconstruir su casa. Dijo que el apoyo que le dió el gobierno federal solo en 2017 no fue suficiente.
Con ayuda de un traductor nos dijo que el gobierno solamente le dio 15 mil pesos en 2017. Señaló que debido a su condición no puede trabajar para su sustento, mucho menos para reconstruir su hogar. Dijo que esta tragedia los hundió aún más en la pobreza…
Finalmente conocimos a Piedad, una mujer de 60 años, vive bajo lonas desde hace 2 años porque no tiene el apoyo que necesita para reconstruir su hogar.
…Cambió mi vida de trabajo tamalitos hizo para conseguir comida nada más eso”… nos dijo mientras siguió desgranando elote para preparar tamales.
Apenas entiende y habla el español, situación que le afecta para poderse comunicar.
…Casi no le entiendo, aquí hablamos puro zapoteo…” Afirmó, mientras entre lágrimas lamentó vivir entre lonas y una hamaca a dos años de que un terremoto destruyó su hogar.