La organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 usó cañones de nieve artificial para probar su eficacia como medida para contrarrestar el calor intenso que se espera en la ciudad durante la celebración de la cita deportiva.
El uso de la nieve artificial tuvo lugar durante la competición de prueba de piragüismo en aguas tranquilas celebrada en las instalaciones Sea Forest Waterway, en la bahía de Tokio, donde también se disputarán las competiciones de la disciplina de remo.
El generador de nieve se instaló en una camioneta aparcada junto a las gradas, para que los copos cayeran sobre los espectadores, que recibieron las lloviznas intermitentes asombrados y divertidos.
El Sea Forest Waterway es una de las sedes de nueva construcción para los Juegos de Tokio 2020 y debido al recorte de gastos sólo cuenta con techo sobre la mitad de los dos mil asientos permanentes, lo que ha generado temor a potenciales golpes de calor entre los espectadores que permanezcan bajo el sol.
Se prevé que durante las horas centrales del día las temperaturas alcancen entre 39 y 41 grados centígrados en las fechas en las que se desarrollarán los próximos J.O. de la capital japonesa (del 24 de julio al 9 de agosto de 2020), por lo que la organización está tomando medidas de distinta índole para evitar contingencias.
Entre las medidas se encuentra el asfaltado con un pavimento que reflecta los rayos ultravioleta, para reducir la temperatura de la superficie, en más de 100 kilómetros de carreteras del centro de la ciudad, incluyendo el recorrido de las pruebas de maratón y marcha.
La organización, que sigue estudiando medidas adicionales, también fijó un horario temprano en ciertas pruebas para evitar el calor.
La final masculina de los 50 kilómetros marcha comenzará a las 5:30 de la mañana, las finales del maratón para mujeres y hombres serán a las 6:00 y las de natación en aguas abiertas a las 7:00.