‘Los monstruos nos humanizan’: Cornelia Funke

Los monstruos, animales fantásticos, hadas o fantasmas “nos hacen volver a escuchar el viento, a sentir el calor del sol, el terror de la noche, el hambre del lobo y sus dientes en la garganta”, afirma la escritora alemana Cornelia Funke (1958).

Me gusta darles vida en mi ficción, porque son expresiones de nuestra experiencia humana. Nos hacen conscientes de que el universo es más amplio y rico que nuestra rutina diaria en un mundo artificial. Nos recuerdan que hay mucho más en la vida y la muerte en este planeta que el Internet y los centros comerciales”, agrega.

En entrevista con un Diario de circulación nacional la autora de las famosas sagas Mundo de tintaRecklessHugo el fantasma y Las gallinas locas admite que la mujer, la construcción de personajes femeninos fuertes, tiene una importancia fundamental en su propuesta literaria para niños y jóvenes.

Los escritores deben tener cuidado con los mensajes. Deben hacer preguntas, sin entregar respuestas fáciles. Trato de ser la voz de mis lectores, de darles palabras para lo que amamos y odiamos, tememos y esperamos. Y, por supuesto, lo hago con los ojos de una mujer en el mundo. Escribo como una mujer que es consciente de la parte que los hombres todavía quieren que toquemos”, añade.

Y fue desde esta mirada, explica, que confeccionó, a invitación y de la mano del cineasta mexicano Guillermo del Toro (1964), su novela homónima inspirada en la película El laberinto del fauno, que éste dirigió y estrenó en España en 2006.

Para mí, Guillermo no crea un mundo de monstruos. Él muestra que nuestra realidad está llena de ellos, y que los más terroríficos son siempre los humanos”, indica.

Quien estudió pedagogía e ilustración confiesa que le enriqueció mucho el dueto creativo que formó con el director tapatío, cuya prueba es la novela ilustrada por el estadounidense Allen Williams, que acaba de publicar Alfaguara en español.

Fue una experiencia encantadora trabajar con un narrador de cuentos que tiene una comprensión tan profunda de la luz y la oscuridad de nuestra existencia. Admiro que los grandes héroes de Guillermo nunca sean hombres violentos. Incluso en Hellboy, el padre es el héroe más grande con el mayor coraje y la creencia en los valores humanos, como lo es el doctor Ferreira en el Laberinto del fauno. Guillermo nunca glorifica al mal y nunca miente sobre los sacrificios que trae ser amable y compasivo”, destaca.

La película, que transcurre en la España de 1944, narra la historia de Ofelia y su madre, Carmen, casada con un cruel capitán del ejército franquista. Una noche, la niña de 11 años descubre las ruinas de un laberinto, y a un fauno; una extraña criatura que le revela que ella es en realidad una princesa, la última de su estirpe, y que los suyos la esperan desde hace tiempo. Pero, para poder regresar a su mágico reino, deberá pasar tres pruebas.

La autora de Dos brujitas salvajes (1994) y La pluma del grifo (2016) acepta que en su novela El laberinto del fauno le echó un vistazo más de cerca a la relación madre-hija. “Siempre me gustó el personaje de Mercedes: es un brillante ejemplo de lo fuerte que son a menudo los personajes femeninos de Guillermo. La madre de Ofelia es, por el contrario, una mujer débil y tímida; pero Guillermo todavía muestra compasión por ella. Y traté de hacer lo mismo. Después de todo, ella es una viuda como yo. Y Ofelia está muy sola cuando la conocemos y, sin embargo, muy fuerte”.

La poderosa relación con la naturaleza que percibió en la cinta de Del Toro fue otra característica que la atrapó. “Los bosques de Galicia son como un personaje en él y, por supuesto, el Fauno nos recuerda a todos los dioses del bosque pagano con cabeza de cabra”.