Descubierta una legión de virus desconocidos en los océanos

Si todos los virus que viven en el océano se pusieran en fila podrían llegar hasta las 60 galaxias más cercanas a la Tierra. Son el ente biológico más abundante en el mar y también uno de los más desconocidos.

Hoy, un equipo de exploradores y científicos publica el catálogo más completo de estos patógenos que se ha realizado hasta la fecha. Contiene casi medio millón de especies diferentes, 200.000 de ellas totalmente desconocidas hasta ahora.

Cada vez que respiramos, la mitad del oxígeno que entra en los pulmones la han producido los microbios del plancton marino. Los virus son los demiurgos de este universo microscópico. Son diez veces más numerosos que los microbios del plancton: en los océanos hay 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 virus, casi tres veces más que galaxias en el universo. Su tamaño es tan pequeño que solo ocupan el 5% de toda la masa viva. Cada día, estos depredadores siegan la vida de uno de cada cuatro microbios marinos, lo que reduce unas poblaciones y alimenta a otras con los restos. También introducen nuevos genes en los seres unicelulares, lo que modula su evolución.

“Los microbios del océano absorben la mitad del dióxido de carbono que emitimos los humanos a la atmósfera”, explica Matthew Sullivan, microbiólogo de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU) y autor principal del estudio, publicado hoy en la revista científica Cell. “Los virus probablemente controlan este proceso que mitiga el impacto climático de los humanos. Necesitamos entenderlos para no cortocircuitar su actividad”, resalta.

El trabajo se basa en los datos recogidos durante la expedición Tara Oceans, llevada a cabo entre 2009 y 2013 a bordo de una goleta de casco de aluminio que recorrió todos los océanos del planeta tomando muestras de agua a diferentes profundidades. Los resultados presentan 12 veces más virus nuevos que los identificados hasta ahora, precisamente durante una expedición previa del mismo barco.

El trabajo muestra que los virus marinos se distribuyen en cinco zonas bien diferenciadas: el océano Ártico, el Antártico, las aguas superficiales y templadas próximas a los trópicos, las capas intermedias a profundidades de entre 150 metros y 1.000 metros y, por último, las zonas más profundas hasta llegar al fondo marino. Los datos de esta última zona provienen de la expedición española Malaspina, realizada entre 2010 y 2011, que recogió microbios y virus a hasta 4.000 metros de profundidad.

Entre esas cinco áreas hay dos auténticos hervideros virales con una diversidad de especies mucho mayor que el resto. La primera es la zona templada, algo previsible, la segunda es toda una sorpresa: el océano Ártico. La diversidad de especies de la mayoría de seres vivos es mayor cuanto más cerca se está del ecuador y disminuye hacia los polos. Los resultados del Tara muestran que esta teoría es válida para los virus en el océano Ántártico, donde hay comparativamente menos que en las zonas templadas, pero una vez cruzado el ecuador la diversidad sigue aumentando y es casi igual en las gélidas aguas que rodean el Polo Norte. Los autores destacan que precisamente es este el océano que más rápido está cambiando por el cambio climático.