Un pasivo de un millón 300 mil dólares, cientos de miles de libros en bodega, una operación general en números rojos, inercias que afectaban el buen funcionamiento de las librerías y/o centros culturales y un perfil del Fondo de Cultura Económica (FCE) “que se estaba desdibujando en todos los países”.
Así encontró la editorial del Estado mexicano, que el próximo 3 de septiembre cumplirá 85 años, las diez filiales que aún posee en distintos países de Latinoamérica, Estados Unidos y España; que en corto plazo serán sólo ocho, pues la presente administración realizará “el cierre oficial” de las de Caracas (Venezuela) y São Paulo (Brasil), abiertas en 1974 y 1991, respectivamente.
“Estaban aparentemente en activo, pero en realidad habían sido cerradas hace algunos años. Aún falta hacer trámites para desaparecerlas. Las encontramos en una situación de inexistencia. A nosotros nos toca, digamos, hacer el cierre oficial”, afirma Marco Barrera-Bassols. El egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia adelanta que también hay planes de abrir una librería en La Habana (Cuba). “Estamos trabajando en ese sentido. Hay interés de ambos lados”. Y aclara que existen otros países que les interesan, como Uruguay.
El Fondo comenzó su actividad internacional con la inauguración en 1945 de su filial en Argentina. Posteriormente se abrieron las de Chile (1954), Perú (1961), España (1963), Colombia (1975), Estados Unidos (1990), Guatemala (1995) y Ecuador (2015).