Principales preocupaciones de los CEOS

El crecimiento sigue encabezando las prioridades de los CEO en 2019 y 2020, según la encuesta anual que Gartner realiza entre estos perfiles ejecutivos. Pero la preocupación por este tema ha aumentado respecto al año pasado por razones de índole geopolítica, tal y como refleja el informe Global CEO Outlook de KPMG presentado en el foro económico de Davos en enero de 2019.

Nos referimos fundamentalmente a la incertidumbre generada por los conflictos comerciales y los acuerdos entre las grandes potencias, principalmente entre Estados Unidos y China. También hay que estar vigilantes ante las políticas económicas que aplicará el nuevo gobierno de México durante los próximos 12 meses, los aranceles de USA a productos de este país y, en Europa, a la solución final del Brexit que determinará las relaciones futuras entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Los CEO de las empresas más exitosas prestan especial atención al lanzamiento de nuevos productos o servicios, a la búsqueda de nuevos modelos de negocio, a cultivar relaciones más estrechas con los clientes, a apostar por la innovación como estrategia a largo plazo, a aumentar su presencia en todo el mundo y a crear ecosistemas más profundos, afirma el especialista en RRHH de Cerem Business School, Jesús Gómez.

Precisamente es esa necesidad de innovar, espoleada por los avances de la Inteligencia Artificial, el big data y la hiperconectividad asociada al internet de la cosas y las personas, la que pone en valor la cultura del intraemprendimiento en las organizaciones. Para ello se necesitan trabajadores emprendedores, con iniciativa y ganas de cambiar los procedimientos, servicios, herramientas y pautas de trabajo previamente establecidas.

Ya nadie duda que la tecnología es un elemento diferenciador esencial en cualquier sector, ¡hasta en el más artesano se puede llegar a mercados lejanos gracias a la venta on-line!. En este escenario los ganadores del juego serán los que aprovechen la tecnología y la innovación para ofrecer productos y servicios rentables, convenientes, funcionales y sostenibles; entendiendo siempre la sostenibilidad de una organización desde sus tres perspectivas: la económica (resultados) la social (impacto en clientes, candidatos, empleados, consumidores,…) y la medioambiental.

Este es el camino directo para llegar a más mercados, obtener inteligencia del mercado y del cliente y así mejorar la oferta de productos y servicios gracias al desarrollo equilibrado del binomio tecnología y talento. Una gestión eficiente y eficaz de las nuevas tecnologías pasa por nuevas habilidades de comunicación y trabajo en red, así como por otras competencias digitales que las organizaciones tienen que desarrollar en el seno de sus equipos.

Pero hay que tener en cuenta que no siempre es posible aplicar las transformaciones simultáneamente en las distintas partes de la empresa, ello requiere mucha agilidad en la organización, voluntad de cambio y la adopción de la innovación como competencia principal. De hecho, una de las tendencias más extendidas en las grandes empresas es facilitar la aparición de nuevas unidades de negocio o start ups corporativas. A través de ellas se pueden controlar y gestionar mejor los riesgos y oportunidades, así como ser más ágiles a la hora de tomar decisiones, principal ventaja de sus competidores más pequeños.

Desde el seno de las organizaciones no es fácil influir en la geopolítica, pero si que podemos actuar incidiendo en el desarrollo del talento humano y la cultura empresarial, factores internos que, junto a la tecnología, sin duda contribuyen a los resultados finales. Para ello hay que tener objetivos claros con los que puedan identificarse los empleados, así como ofrecerles oportunidades para formarse, crecer y, sobre todo, desarrollar una cultura inclusiva que saque el máximo beneficio de la diversidad existente en el mercado y en la organización.

Por eso cada vez son más las empresas que desarrollan sus programas de innovación desde un enfoque de atención a la diversidad de sus trabajadores en todas su manifestaciones (de género, cultural, sociopolítica, multidisciplinar, generacional, …) y contando con clientes, proveedores y resto de stakeholders o grupos de interés desde el minuto cero.