Unos mil pandilleros que estaban presos en diversas cárceles de El Salvador fueron trasladados a prisiones de alta seguridad para evitar que den órdenes de delinquir a sus compañeros en libertad, informaron las autoridades.
“Hemos ejecutado una orden de trasladar mil privados de libertad desde diferentes centros penitenciarios”, aseguró el viceministro de Justicia y Seguridad, Osiris Luna.
El funcionario explicó que los traslados se hicieron con el propósito de “cortar” las comunicaciones entre pandilleros en prisión con miembros que se encuentran en libertad, a quienes les daban órdenes. Según las autoridades salvadoreñas, que no dieron cifras, muchos de los delincuentes que fueron trasladados a prisiones de alta seguridad, “fingieron” haber abandonado esos grupos para lograr ser trasladados a cárceles con medidas más flexibles, en donde podían conseguir y hacer uso ilegal de teléfonos móviles.
Para el Gobierno, muchas de las órdenes para cometer asesinatos y extorsiones por parte de las pandillas, proceden desde los centros penitenciarios.
Ayer, las autoridades de seguridad salvadoreñas sostuvieron una reunión con representantes de empresas de telefonía para “solicitarles” que procedan, en menos de una semana, al bloqueo de señal de telefonía celular en las poco más de una veintena de prisiones en todo el país.
La Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada desplegaron dos mil 500 agentes y tres mil soldados, respectivamente.
El jueves, el Gobierno del presidente Nayib Bukele, lanzó un plan de combate a las extorsiones que cometen las pandillas con el propósito de golpear las finanzas de esos grupos, que en El Salvador tienen unos 70 mil miembros, de los cuales casi 17 mil están encarcelados.