El testimonio de un exnarco argentino que asegura que el exfutbolista colombiano, Mauricio “Chicho” Serna, era testaferro en Argentina de Carlos Mario Aguilar, alias “Rogelio”, exjefe y cabecilla de la llamada “Oficina”, es el nuevo capítulo de la investigación que complica a Serna.
El “Chicho”, popular en Argentina por su exitoso paso en Boca Juniors, es investigado en ese país por presunto lavado de activos derivados del narcotráfico, al igual que la viuda e hijo de Pablo Escobar, María Isabel Santos y Sebastián Marroquín respectivamente.
Según un documento del Poder Judicial de la Nación de Argentina, Serna habría vendido por un monto ficticio de 930 mil dólares en 2008, dos propiedades el 19 de noviembre de ese año a Mateo Corvo Dolcet, empresario inmobiliario implicado en el escándalo.
El testigo, cuya identidad no fue revelada y habló en Estados Unidos ante fiscales argentinos de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), añadió que esas propiedades nunca fueron del exfutbolista, sino de alias “Rogelio”, quien viajó en 2008 a Argentina para entrevistarse con la DEA y organizar así su entrega en territorio norteamericano.
“Rogelio” fue miembro del CTI de la Fiscalía y protegía la seguridad de los familiares de Pablo Escobar, cuando tenía orden de recaptura a inicios de la década de los 90. Por esta función se convirtió en hombre de confianza del grupo “Los Pepes”, perseguidor de Escobar y luego heredó el mando perdido por el exjefe paramilitar: alias “Don Berna”.
A raíz de la información suministrada por el nuevo testigo, los jueces procesarán al también colombiano, José Byron Piedrahita, clave del lavado de 3 millones de dólares a través de emprendimientos inmobiliarios y gastronómicos ocurridos entre 2008 y 2017, con la participación de Corvo Dolcet y Serna.
EL COLOMBIANO intentó comunicarse con el exfutbolista y empresario pero no fue posible. A medios argentinos Serna les dijo que del tema hablaban sus abogados.