Proteger el medio ambiente y garantizar la seguridad de las personas son los motivos que se encuentran detrás de la restricción del número visitantes que podrán desembarcar en las Islas Berlengas
Las Islas Berlengas vendrían a ser como nuestras Cíes: ligeramente desconocidas entre el turista extranjero, pero aclamadas por el viajero patrio.
Así, este archipiélago que se alza sobre las olas del océano Atlántico a 10 kilómetros de Peniche tiembla cuando se acerca el verano ante la llegada diaria de cientos de personas a la Berlenga Grande, su isla principal y la única visitable.
Para preservar las especies que la pueblan, el hábitat en el que estas se mueven y garantizar la seguridad de quienes hasta allí llegan, el gobierno portugués acaba de limitar a 550 el número de personas que simultáneamente pueden desembarcar en ella, según información proporcionada por el Gabinete do Ministro do Ambiente e da Transição Energética de Portugal.