La estrella polar bajo la lupa para descubrir sus secretos

El astrónomo Rafael Bachiller nos descubre en esta serie los fenómenos más espectaculares del Cosmos.

Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo analizadas en profundidad.

La estrella polar es sinónimo de permanencia y estabilidad. Sin embargo, al estudiarla en detalle, descubrimos muchos secretos que esconden una gran volubilidad.
SIN RIVAL EN EL FIRMAMENTO.
A pesar de ser la más brillante de la constelación de la Osa Menor, la estrella polar (Polaris) no es de la más brillante del cielo nocturno, pues ocupa un modesto lugar 50 en el ranking de las más brillantes (la número uno es Sirio). Tampoco es la más cercana a la Tierra, pues la más cercana es Proxima Centuri, que está cien veces más cerca que Polaris. Pero, sin embargo, la polar es una de las estrellas más observadas.

Ello se debe a su posición privilegiada para los habitantes de la Tierra, bien alineada con el eje rotación del planeta, lo que hace que siempre aparezca fija en el firmamento. Debido al movimiento de rotación de la Tierra

Localizar la polar es muy fácil, basta con trazar en el cielo la línea imaginaria que une las dos estrellas más brillantes de la Osa Mayor y tener en cuenta que la polar se encuentra a una distancia 5 veces mayor que la que media entre las dos primeras.