Todos los días, sin lugar a dudas, las reliquias más preciadas en el mundo se exhiben para que fieles cristianos y una ola de turistas puedan admirarlas. Una de las más visitadas se esconde dentro de la Basílica de la Santa Sangre desde el siglo XII, ubicada en la ciudad de Brujas, en Bélgica.
El lugar que se ha transformado en un atractivo cultural por su belleza arquitectónica y decorativa, aloja una de las reliquias más misteriosas del mundo. Un frasco adornado con un pedacito de tela que exhibe cuidadosamente la sangre de Cristo, recogida supuestamente por José de Arimatea.
La leyenda
La historia de esta reliquia dice que José de Arimatea limpió la sangre de Jesucristo con el pedazo de tela justo después de la crucifixión, guardándolo durante mucho tiempo. Tras pasar por diferentes lugares, el frasco decorado terminó en la Basílica de Bélgica.
Cabe destacar que la pequeña iglesia construida en el siglo XII se ubica en una esquina de la plaza Burg, la cual tiene dos espacios principales. El primer espacio en el nivel bajo está hecho en un estilo románico, mientras que el nivel alto tiene un estilo gótico en el ambiente. El lugar se compone de una nave corta, pasillos estrechos y un coro. Sin embargo, la parte más hermosa se ubica en la puerta principal donde hay un pequeño tímpano que exhibe el bautizo de San Basilio.
Otros detalles
La parte superior de la basílica es moderna con decoración gótica y varios vitrales que iluminan el interior con un caleidoscopio de colores. La reliquia de la sangre de Cristo está ubicada en ese sitio, dentro de un tabernáculo con una escultura del cordero de Dios.
Hasta ahora, los expertos no han podido confirmar ni desacreditar la autenticidad de la reliquia. Un hecho que no ha impedido que los sacerdotes de la comunidad celebren y honren junto a otras obras artísticas como pinturas, esculturas, joyas e incluso vestuarios antiguos.
El frasco con la sangre de Cristo abandona esta suntuosa casa solo una vez al año en el Día de la Ascensión, para ser la estrella de la Procesión de la Santa Sangre. Este desfile, que forma parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, ha existido desde 1303 y todavía se realiza en la actualidad. El espectáculo incluye la recreación de varias escenas bíblicas y hermosos trajes medievales.