Los problemas de abastecimiento en Venezuela se agudizaron el lunes ante la intermitencia del servicio eléctrico, con muchas personas luchando por conseguir productos básicos y agua, cuatro días después de un apagón masivo que dejó a oscuras casi todo el país.
Debido a lo prolongado del corte, el gobierno del presidente Nicolás Maduro extendió hoy la suspensión de las clases y la jornada laboral que había establecido el viernes.
La falta de electricidad en buena parte de la capital desde el jueves por la tarde llevó a fallas en el suministro de agua residencial y comercial. En protesta, vecinos del oeste de la ciudad bloquearon el lunes parcialmente la principal autopista y exigieron al gobierno que distribuya camiones cisterna con agua.
Aunque el gobierno culpa de los cortes de electricidad a «sabotajes», especialistas aseguran que el sistema no recibido mantenimiento ni inversiones desde hace años en medio de una profunda crisis económica.
El gobierno ha dicho que está luchando por restablecer por completo el servicio, pero los incidentes siguen: en la madrugada del lunes, la subestación de energía Humboldt en Caracas estalló y dejó sin suministro a algunas zonas de la ciudad. Las autoridades dijeron que investigaban las causas. No es normal que ocurran explosiones de transformadores en las subestaciones de distribución», dijo Winston Cabas, presidente de una asociación de ingenieros eléctricos, atribuyendo los incidentes a la falta de mantenimiento. Cabas calculó que el restablecimiento completo del servicio eléctrico podría demorar hasta seis días.