Reglas europeas para la prescripción de fluoroquinolonas

  • (Millar NL et al. Nature 2019; 566, doi: 10.1038/d41586-019-00619-7)

La Agencia Europea de Medicamentos llamó la atención de los potenciales eventos adversos permanentes relacionados al empleo de los antibióticos  quinolonas, a través del Comité de Farmacovigilancia de Evaluación de Riesgos.

Las prescripciones de quinolonas fueron en 2016, de 30 millones sólo para los EEUUA. Tales antibióticos son efectivos para diversas infecciones por bacterias y la mayoría de las personas que las toman, no tienen evento adverso alguno, sin embargo se conoce que pueden alterar las funciones mitocondriales y dar lugar a estrés oxidativo que resulta en cambios epigenéticos hasta en más del 10% de los consumidores “síndrome multisistémico permanente”.

Desde los ’80 hasta 2015 la FDA reportó más de 60,000 personas con “cientos de miles” de eventos adversos graves asociados a 5 fluorquinolonas, más frecuentemente ruptura tendinosa, así como síntomas neurológicos y psiquiátricos, con la presentación de 6,575 muertes; hay que considerar que sólo el 1-10% de los eventos adversos son reportados a la FDA.

En estudio preliminar con muestra de saliva de 24 pacientes que tuvieron eventos adversos graves, particularmente síntomas neuro-psiquiátricos, tales como pérdida de memoria, ataque de pánico y depresión, 13 de ellos (57%) tenían variante de gen usualmente visto en el 9% de la población, el que pudiera estar relacionado al metabolismo de las quinolonas y es responsable probablemente de mayor cúmulo del medicamento en el cerebro y de alteración mitocondrial.

Es muy probable que los eventos adversos graves observados en algunas de las personas que reciben las quinolonas, sea consecuencia de la modificación importante de la microbiota intestinal, hecho que por lo menos temporalmente, también se pudiera modificar con medicamentos, alimentos, etc.

Suplementos de vitamina D en la edad avanzada (Aspray TJ et al. Am J Clin Nutr 2019;108:1–9)

La deficiencia de vitamina D es común en las personas de la 3ª edad y puede asociarse a incremento en la absorción y pérdida ósea, alteración de la función muscular, aumento en caídas y fracturas. Estudios referentes a administración de la vitamina D para evitar lo anterior han arrojado resultados contradictorios, aunque metanálisis reciente sugiere que la suplementación de vitamina D puede ser benéfica para la salud del hueso (Reid et al. Lancet2014;383(9912):146–55).

El Comité Científico Consultivo en Nutrición de Reino Unido recomienda concentraciones de vitamina D >25 nmol/L y en los EEUUA el Instituto de Medicina menciona 50 nmol/L, mientras que la Sociedad de Endocrinología 75 nmol/L, sin embargo los estudios indican que la suplementación no siempre alcanza los valores mencionados y que frecuentemente disminuyen al suspender la vitamina D, potencial ganancia que habitualmente no se refleja en ganancia de masa ósea ni mejoría de osteoporosis en su caso; curiosamente estudio en el que se emplearon dosis de 12,500 ?g (500,000 UI) de vitamina D, observó aumento de caídas y fracturas

Los autores realizaron estudio controlado, doble ciego para evaluar suplementación de vitamina D3 a dosis de 300, 600 y 1200 ?g(12,000, 24,000, and 48,000 IU) en personas >70 años con criterios estrictos de exclusión (tratamiento anti-resortivo o anabólico para osteoporosis en los últimos 3 años, suplementación de vitamina D o calcio, historia de fractura en los 6 meses precedentes; historia de litiasis renal, remplazo de cadera o hiperparatiroidismo, hipercalcemia, hipocalcemia, tasa de filtración glomerular <30 ml/min (insuficiencia renal mayor a clase 3). Se permitió la participación a aquellos con administración de calcio 500 mg/d o vitamina D 10 ?g (400 IU).

Conformaron el estudio 379 participantes con promedio de concentración de vitamina D de 40 + 20nmol/L, que posterior a 12 meses aumentó a 55.9, 64.6 y 79 nmol/L, de acuerdo a recibir mensualmente 12,000, 24,000 o 48,000 UI. NO hubieron diferencias en la densidad mineral ósea, pero las concentraciones de hormona paratiroidea disminuyó en los 3 grupos, aunque tampoco  hubieron diferencias en hipercalcemia, nefrolitiasis ni caídas.

Los autores enfatizan que como en estudios previos aún con seguimiento de años, los suplementos de vitamina D (sin o con calcio) tampoco han mostradoevidencia de disminución en el número de fracturas ni de otros parámetros, tales como lo referido en el presente estudio.

Las científicas ganan menos premios y cuando los reciben, perciben menos dinero y prestigio (Ma Y et al. Nature 2019; 565: 287-8)

Al ganar premios por logros científicos, las agencias que aportan financiamiento ponen los ojos en quienes lo lograron para desviar su apoyo económico, con la finalidad de alcanzar mejores logros en investigación.

Hay pocos estudios y análisis  de ganadores de premios en la Ciencia y aún menores referentes a aumento en prestigio y premios de financiamiento.

Los premios más altos en Ciencia los reciben desproporcionadamente más hombres; las mujeres en los estudios que ganan premios habitualmente van de primera autoría; las mujeres científicas son menos citadas en artículos relacionados.

Elinor Ostrom fue la 1ª mujer acreedora a Nobel por Economía en 2009 y en Matemáticas la única mujer que ha recibido tal distinción en 2014 fue Maryam Mirzakhani; el año pasado Donna Strickland recibió el de Física posterior a 55 años de haberse instituido el premio.

En biomedicina las disparidades son menos extremas, de 599 Nobeles desde 1901, 12 de los 18 premios ganados por mujeres fueron en Fisiología o Medicina.

Como hace meses mencionamos, el número de mujeres graduadas en Medicina ha aumentado desde los 2000 y, desde 2008 la proporción de mujeres en Maestrías de Ciencias Médicas es de 38%. Respecto a los mencionados galardones, de 628 premios, el porcentaje de mujeres ganadoras ha aumentado de 5% de 1968 a 1977, a 27% en la última década.

En general de los ganadores de 628 Nobeles sólo 14.6% de los recipientes fueron mujeresy en promedio, la precepción económica para investigación posterior a ello corresponde a 64.4 centavos por cada dólar que reciben los hombres que han logrado tal distinción; así, en promedio, las mujeres reciben $ 161,782 USD comparado con $251,115 de percepciones para hombres.

Microbiota intestinal en calidad de vida y depresión (Valles-Colomer, M. et al. Nat. Microbiol. 2019; 10.1038/s41564-018-0337-x)

Líneas de comunicación inmune, endocrinológica y neural, se entrelazan fuerte y cercanamente con la microbiota intestinal de manera bidireccional, con protagonismo de esta última en fisiología, psicología y conducta. Los mediadores en la comunicación entre microbiota intestinal y cerebro incluyen a ácidos grasos de cadena corta (ej. butirato), neurotransmisores (serotonina y ácido ?-aminobutírico), hormonas (cortisol) y moduladores inmunes (ácido quinolínico, entre otros) con  potencial papel en depresión, Alzheimer y Parkinson.

Los autores evalúan la composición de microbiota intestinal, con calidad de vida y depresión en 1054 pacientes, validación de resultados en 1,063 pacientes y finalmente secuenciación de módulos intestinales-cerebrales en 150 y validación en 1,063. La microbiota modula el eje entero-cerebral por múltiples mecanismos que incluyen alteraciones en la composición microbianao producción de metabolitos microbianos neuroactivos; butirato producido por Faecalinacterium y Coprococcus, se asoció a más altos indicadores de mejor calidad de vida; Coprococcus y Dialister se encontraron depletados en personas con depresión. La síntesis de dopamina por microbios, correlaciona positivamente con mayor calidad mental.

Algo más sobre esclerosis múltiple (Pappalardo JL & Hafler DA. Nature 2019; doi: 10.1038/d41586-019-00563-6)

Se ha considerado desde décadas que la esclerosis múltiple es enfermedad autoinmune de substancia blanca cerebral,pero desde hace varios años se llamó la atención de que por lo menos el 10% tiene manifestaciones que implican también a la substancia gris o a la corteza con participación neuronal en conjunto con el sistema inmune. La enfermedad se diagnostica por su característico curso de recaídas y remisiones, con participación de linfocitos T y macrófagosen la substancia gris y las prolongaciones neuronales o axones en la substancia blanca. La mielina, cubierta de los axones o fibras nerviosas, es el blanco de ataque de los linfocitos T; éstos reconocen la ?-sinucleina, proteína de substancia gris, además liberan citocinas que inducen daño tisular.

El número de células T reactivas a ?-sinucleina es mayor en las personas con mayor tiempo de enfermedad; adicionalmente tales células reconocen también a la ?-sinucleina que se localiza en las uniones neuronales (sinapsis) y regulan uniones lipídicas de membranas y transporte intracelular (endocitosis).

Anemia aplásica (Seminario del 28 de febrero/2019 por Salazar-Hurtado DC, residente de Medicina Interna del Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto” y Facultad de Medicina de la UASLP)

La anemia aplásica es padecimiento raro, con médula ósea de celularidad menor al 25% al menos en 2 de las 3 líneas celulares (eritrocitos, leucocitos y plaquetas o megacariocitos).

La anemia aplásica tiene 2 picos de presentación, entre los 15 y 25 años y a los 60 años de edad. Con aparente incidencia de 2 casos por millón de habitantes en Europa e Israel, y mayor en países asiáticos como en China, donde es por lo menos dos veces más frecuente.

Las células hematopoyéticas tronco o madre (CD34+)  tienen la capacidad de auto renovarse y de diferenciarse en múltiples líneas celulares.

En la mayoría de los casos de anemia aplásica el daño celular es secundario a alteraciones autoinmunes, pero difícilmente puede ser explicada por única vía ya que las diversas exposiciones ambientales y factores del hospedero, participan; el DNA telomérico es clave para el mantenimiento y la estabilidad del cromosoma y las telomerasas mantienen la longitud de los brazos del cromosoma, las que en ocasiones se alteran y provocan translocaciones, deleciones, etc. Los genes implicados en este complejo de telomerasa son TERT Y TERC, conocimiento que también podría abrir camino para futuras investigaciones en el tratamiento de anemia aplásica.

En la era pre-tratamiento inmunosupresor la mortalidad a 2 años de diagnóstico era de 80%, el panorama cambió completamente tras la llegada de la terapia inmunosupresora (globulina antitimocito y ciclosporina); eltrombopag y alemtuzumab pueden ser de ayuda.El trasplante de células hematopoyéticas de donador compatible está recomendado en pacientes adultos jóvenes (18-40 años de edad).