El objetivo: robar tu atención

La tecnología nos hace saltar de una distracción a la siguiente. Pero hay expertos que estudian el funcionamiento de la mente y encuentran las mejores formas de defenderse. Esto es lo que debes tener en cuenta para evitar que tu cerebro se distraiga.

Nuestros cerebros modernos parecen tener cada vez más dificultad para concentrarse en una sola tarea y pasan fugazmente de una actividad a otra. El salto de una canción a otra en los servicios de descarga de música como Spotify es muy elevado y las revistas han incorporado en sus artículos el tiempo de lectura estimado. Además, casi una cuarta parte de las personas que participaron en una encuesta en Gran Bretaña dijeron que en algún momento habían sufrido un accidente al caminar distraídos, con la cabeza hacia abajo o mirando el celular. Se diría que nos enfrentamos a una crisis de falta de atención, pero ¿existe una cura para la distracción? El historiador Rhys Jones ha investigado este fenómeno y en el transcurso de su estudio habló con varias personas que luchan contra esto.

  1. ¿Quién te roba la concentración?

Redes sociales, publicidad dirigida, YouTube, aplicaciones. Las grandes empresas de tecnología han aprendido cómo monetizar la procrastinación y con sus productos nos roban la atención sistemáticamente y a escala industrial.

Hay una industria entera dedicada a robar nuestra atención y la mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta, dice Belinda Parmar, que solía ser una firme defensora de la tecnología. Sin embargo, ahora está tan preocupada por sus efectos en nuestra salud mental que se ha convertido en una abanderada de las campañas contra la adicción a la tecnología. “La industria tecnológica sigue prometiendo acercar al mundo, pero en realidad su objetivo principal es quitarnos el tiempo”.

¿Dormir o ver Netflix?

Parmar señala que algunas compañías, como la plataforma de entretenimiento Netflix, ni siquiera disfrazan este propósito. Cuando Reed Hastings, el director ejecutivo de Netflix, dice que el mayor competidor de su producto es el sueño, hay que pensar dos veces el significado de esta frase, dice. Si tienes una falta de sueño crónica, ¿cómo prestarás atención a la vida?

El lado oscuro de la tecnología

La tecnología tiene un lado oscuro y es preocupante, dice Belinda Parmar, quien es también presidenta ejecutiva de The Empathy Business, reconoce que la tecnología tiene muchos aspectos positivos, pero recuerda que también tiene un lado oscuro. Otra persona que se ha pasado al otro lado es James Williams, un exempleado de Google que se dio cuenta de que los objetivos de las grandes tecnológicas no están en línea con sus valores.

Somos siervos

Centrado en cosas como maximizar el número de clics o la cantidad de visitas, rodeado de tecnología, le resultó imposible perseguir sus objetivos o encontrar en su vida un espacio para la reflexión.

Piénsalo de esta manera, dice James Williams: “Somos los siervos y las grandes compañías de tecnología, son como los señores de la mansión”. Estudiando las dinámicas de poder en juego llegó a la conclusión de que en estos días modernos, la servidumbre no está detrás de nuestro trabajo físico, sino de nuestra atención. Aunque muchos productos digitales pueden ser de uso gratuito, al mismo tiempo nos están robando nuestro recurso más valioso: el tiempo.

  1. ¿Por qué somos tan adictos a las distracciones?

Tim Wu es profesor en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, y autor del libro “Los comerciantes de atención: La épica batalla para entrar en nuestras cabezas”. En él, Wu explica cómo la necesidad de revisar constantemente nuestros teléfonos, el ritual de sacar nuestros dispositivos mientras esperamos el autobús, mientras estamos en un elevador, en el inodoro, etcétera, se denomina un programa de recompensas variable. B. F. Skinner, un famoso psicólogo y profesor de Harvard, se le ocurrió esta idea después de realizar una serie de experimentos. Demostró que las palomas se volvían más adictas a picotear un botón que entrega semillas si no saben cuándo lo hará. Se dice que esos estímulos inconsistentes de recompensas son los más adictivos, dice Tim, lo mismo que una máquina tragamonedas.

Así que, como las palomas que picotean ese botón, nosotros vamos a nuestros teléfonos y a menudo nos quedamos decepcionados. Pero a veces obtenemos algo que nos parece estimulante, como un buen artículo, y eso nos hace seguir volviendo. “De esta manera perderá horas de su día, días de su semana, meses de su vida en cosas que ni siquiera le importaron”, dice. Entonces, ¿hay alguna manera de evitar que nuestras mentes se pierdan?