Encuentran tres nuevas manos grabadas en las paredes de la cueva de Altamira

En Guatemala el déficit de vivienda llega a 1.2 millones según los datos del Fondo guatemalteco de vivienda del Ministerio de Comunicaciones y la Asociación Centroamericana de la Vivienda Capítulo Guatemala (ACENVI), del cual se conoce un  39% no posee vivienda y un 61% posee vivienda, pero la misma no cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad. Por otro lado, el 89% de la oferta de vivienda en Guatemala va dirigida a la clase media alta, según la Cámara de Construcción de Guatemala. Esto nos dice que solo un 5% son para media baja y un 6% para el sector popular.

Los guatemaltecos de escasos recursos en su mayoría buscan zonas como laderas y barrancos para asentarse por las razones descritas anteriormente; lo que ha provocado que la amenaza de deslizamientos sea un problema que discutir, puesto que grandes desastres han ocurrido al convertirse en una población vulnerable, no solo en laderas y barrancos sino también en llanuras de ríos y en caminos de descenso para materiales volcánicos.

Los deslizamientos se relacionan al movimiento y descenso del suelo por la acción de la gravedad, pudiendo ocurrir a causa de: sismos, inundaciones y erupciones volcánicas; como resultado de cambios súbitos o graduales en la estructura de una ladera, algunos factores son:

-Vibraciones: por sismos, explosiones, maquinaria, tráfico y estruendos.

-Cambios en el contenido de agua debido a súbitas precipitaciones y niveles freáticos.

-Remoción del apoyo lateral causado por erosión, falla en las laderas, construcciones, excavaciones, deforestación o pérdida de vegetación.

-Excesos por peso a causa de lluvia, granizo, en el caso de Guatemala material volcánico, acumulación de roca y peso de edificaciones.

-Desgaste por acciones físicas y químicas que disminuyen la fuerza del material rocoso.

-Construcciones que perjudican la estabilidad de las laderas.

Se consideran vulnerables todos los asentamientos construidos en laderas empinadas que presentan suelo débil, en la cima de acantilados o bien en la base de pendientes empinadas, y lugares donde se acumula material de aluviones, ocurriendo daño a las edificaciones en las que se debe considerar como parte del análisis el que  los materiales constructivos son de la calidad adecuada y el tipo de mampostería (tierra o block de concreto), la mano de obra y tipo de edificación.

Con base a los datos estadísticos de las instituciones como el INSIVUMEH (Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala), INE (Instituto Nacional de Estadística) y CONRED (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastre).