La Compañía de Danza Experimental de Lola Lince, cuya sede se encuentra en Guanajuato, se presentó la noche del viernes en la sala Miguel Covarrubias, del Centro Cultural Universitario, con su propuesta escénica La caída, “una metáfora del fin de la infancia, la experiencia, el asombro de estar vivos y el transcurrir del tiempo, la fatalidad, la angustia y la desorientación, la expulsión de un dorado paraíso y la reivindicación como seres humanos”.
Con dicha coreografía dio inicio la temporada 2019, en la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de la Dirección de Danza, la cual tendrá un par de funciones más este sábado (26 de enero), a las 19 horas y mañana domingo, a las 18 horas, en la misma sala Miguel Covarrubias.
La propuesta dancística de la maestra Lince, fue desarrollada durante tres años de investigación escénica, proyecto para el cual reunió a 20 bailarines procedentes de Chihuahua, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato y Ciudad de México, entre otros estados del país. La pieza fue estrenada el 24 de octubre de 2017 en el Teatro Degollado, de Guadalajara, Jalisco, en el marco del 20 Festival Onésimo González.
Según Evoé Sotelo, titular de la Dirección de Danza de la UNAM, la maestra Lola Lince, en su propuesta dancística La caída, “tiene, entre otros aspectos, un trabajo en torno al tiempo, en donde privilegia los lapsos elongados, además de tener imágenes cuyos referentes son las artes plásticas. Como agrupación es la primera vez que se encuentran en la Ciudad de México”.
Con el diseño sonoro de Paul León Morales, en La Caída “de lo que se habla es de un proceso existencial, en el que se llega al fondo para luego renacer y resurgir”, explicó Sotelo.
La estructura de la pieza coreográfica se divide en tres apartados de los que se desprenden distintas escenas: El paraíso recordado, La caída y El paraíso perdido.