Asociación de índice de masa corporal y estructura cerebral

(Hamer M & Batty GD. Enero, 2019, DOI: doi.org/10.1212/WNL.0000000000006879)

La prevención primaria de las enfermedades neurodegenerativas, que incluyen a la demencia, aunque de gran interés, no la comprendemos. La obesidad se ha asociado a menor tasa de demencia en estudio de más de 2 millones de adultos y la baja de peso en la fase preclínica.

Las alteraciones estructurales en substancia gris y blanca se relacionan a declinación de la memoria y demencia; diversos estudios han evidenciado que a mayor índice de masa corporal (IMC) hay menor volumen de substancia gris cerebral.

Los autores realizan estudio cruzado de datos del biobanco del Reino Unido, incluyeron 9,652 personas con 55.4 + 7.5 años, 47.9% mujeres y midieron IMC y masa grasa total por bio-impedancia. Los niveles altos de obesidad se relacionaron con menor volumen de substancia gris y más la asociación de obesidad central y total.

Contaminación bacteriana de estetoscopio en Unidad de Terapia Intensiva (Knecht VR et al. Infection Control & Hospital Epidemiology doi:10.1017/ice.2018.319)

Los estetoscopios se emplean para múltiples pacientes y se han implicado como vectores para transferir bacterias nosocomiales e infecciones asociadas a cuidados de la Salud, aunque el impacto en la práctica cotidiana es poco clara.

Los investigadores emplearon secuenciación de genes y cuantificación de perfil de poblaciones bacterianas en estetoscopios en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Los niveles de contaminación bacteriana fueron más elevadas en estetoscopios de médicos, seguidos por los del paciente y al final en aquellos que se limpiaron. Los estafilococos fueron las bacterias más abundantes (6.8% – 14%).

Asociación de medicamentos con menos

hospitalizaciones psiquiátricas (Hayes JF et al. JAMA Psychiatry En’2019  doi:10.1001/jamapsychiatry.2018.3907)

Enfermedades mentales graves que incluyen a trastornos bipolares, esquizofrenia y psicosis no afectiva, se asocian a elevada morbilidad y retos de tratamiento.

Metanálisis reciente de estatinas (primariamente empleadas para disminuir niveles de colesterol) utilizadas en conjunto con medicamentos para esquizofrenia en 6 estudios controlados contra placebo, mostraron efectos positivos sobre la enfermedad psiquiátrica, lo que se atribuyó, como probabilidad, a sus efectos anti-inflamatorios. Se han usado bloqueadores de canales de calcio (medicamentos primariamente útiles para la hipertensión) en base a los efectos de señales de calcio en la etiología de la esquizofrenia, sin beneficio aparente.

Los investigadores evalúan la tasa de hospitalizaciones por eventos graves psiquiátricos cuando las personas consumieron estatinas, metformina (hipoglucemiante con efectos inmunes también) y bloqueadores de canales de calcio, y observaron menor tasa de hospitalizaciones.  De los registros suecos, los investigadores estudiaron 142,691 personas diagnosticadas con enfermedades mentales graves, quienes tomaban antipsicóticos y estabilizadores de conducta; después de análisis multivariado, la tasa de hospitalización por eventos psiquitricos fue menor con los medicamentos mencionados (8% a 20% menos), hecho que no se observó con el uso de otros medicamentos como diuréticos (que también son eficaces para la hipertensión).

Use de terapia de remplazo hormonal y riesgo de trombo-embolismo venoso  (Vinogradova Y et al. BMJ 2019; 364  doi: 10.1136/bmj.k4810)

El trombo-embolismo venoso es evento grave aunque raro, asociado a terapia de remplazo hormonal, la que se emplea para mitigar diversos síntomas que la mujer presenta durante la menopausia, tales como bochornos y sudores nocturnos. Las formulaciones vía oral para tal terapia incluyen a estrógenos sólos o combinados con progestágenos.

Los autores analizaron 80,396 mujeres de 40 a 79 años, con diagnóstico primario de trombo-embolismo venoso de 1998 a 2017, las que se parearon con 391,494 mujeres de la misma edad, como controles. Los estrógenos conjugados y la medroxiprogesterona tuvieron el riesgo más alto (200% más) y estradiol y didrogesterona, el más bajo (18%). Las preparaciones transdérmicas no se asociaron con trombo-embolismo venoso.

Uso y abuso de drogas depende de grado académico (National drug and alcohol facts 2019, Centros de Control y Prevención de Enfermedades, USA)

Los datos del Registro Nacional de Conductas de Jóvenes, evidencian que los estudiantes de mayor grado académico usan menos drogas, las que incluyen marihuana y heroína, tanto con historia de su empleo, como su uso antes de los 13 años; también analizaron los medicamentos de prescripción.

El 24% de los estudiantes que cursaron lo equivalente a preparatoria, han usado marihuana una o más veces durante su vida, comparado con 66% de estudiantes que no alcanzaron ese grado de estudios; el 3% lo emplearon antes de los 13 años de los que alcanzaron tal nivel de estudios, comparativamente con 25% de los que no. El 11% de los que tienen preparatoria tomaron drogas de prescripción como opioides, comparativamente con 34% de los que no tuvieron esos estudios; heroína fue usada por 1% («snack, junk o China white») una o más veces durante la vida en los que tuvieron estudios de preparatoria vs 10% de los que no.

Muerte por sobredosis en mujeres entre 30 y 64 años (VanHouten JP et al. Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR) 2019)

De 1999 a 2017, la tasa de muerte por sobredosis en mujeres entre 30 y 64 años en los EEUUA, aumentó 260%, por drogas o medicamentos que incluyen antidepresivos, benzodiacepinas, cocaína, heroína y opioides; de 6.7 muertes por 100,000 habitantes (4314 muertes por sobredosis) en 1999 a 24.3  muertes por 100,000 (18,110) en 2017.

El aumento de muertes por sobredosis no es uniforme, de 1999 a 2010 el mayor aumento ocurrió para mujeres entre 45 y 54 y 55 a 64; 200% entre mujeres de 35 a 39 años y de 45 a 49, 350% entre 30 y 34 años y 50 a 54 años y cerca de 500% entre las mujeres de 55 a 64 años.

La tasa de muerte por sobredosis de opioides aumentó 482% (en 1999 de 2.6/100,000 a 15.5/100,000 en 2017); por benzodiacepinas 830%, cocaína 485% y antidepresivos 176%. La tasa cruda de muertes por opioides de 1999 a 2017 fue de más de 1000% entre mujeres de 55 a 64 años.

Entre 1999 y 2017 el incremento de muerte por sobredosis para opioides fue de 1,643%, heroína 915% y benzodiacepinas 830%.